Un llamado a la cordura planetaria
2008: Año Internacional del Planeta Tierra Por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 2008 ha sido declarado el Año Internacional del Planeta Tierra, iniciativa que constituye el mayor esfuerzo internacional que se haya destinado en la historia para promover las ciencias de la Tierra.
Por Miguel Grinberg
Si bien esta iniciativa promovida desde comienzos de 2006 no recibió en su momento la atención debida de la prensa internacional, hoy se presenta como una nueva alternativa global frente a una crítica situación surgida del cambio climático, la destrucción sistemática del mundo natural y la contaminación creciente de los recursos vitales que hacen posible la existencia de los seres humanos y de otras especies animales y vegetales.
Allí donde los políticos por un lado, y los ambientalistas por el otro, han fallado en la creación de una conciencia social acerca de los peligros circundantes, los científicos están dando un paso al frente para tratar de abrir nuevas vías de acceso para la solución (o la mitigación) de conocidas amenazas para todos por igual.
La idea de realizar este cónclave crucial se remonta a cinco años atrás, cuando la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS) y la División de Ciencias de la Tierra de la UNESCO comenzaron a trabajar mancomunadamente en una iniciativa para proclamar un Año Internacional con estas características, a fin de lograr que la sociedad garantice un uso mayor y más eficaz de los valiosos conocimientos acumulados por los 400 mil geocientíficos del planeta, esperanza expresada en su subtítulo, Earth Sciences for Society (Ciencias de la Tierra para la Sociedad).
En marzo de 2007, la Asociación Geológica Argentina, en su carácter de Comité Nacional de la IUGS, en conjunto con el Consejo Superior Profesional de Geología, la Asociación Paleontológica Argentina, la Asociación Argentina de Geofísicos y Geodestas, la Asociación Argentina de Sedimentología, la Asociación Argentina de Mineralogía, la Asociación Argentina de Geólogos y Geofísicos Petroleros, el Grupo Argentino de Hidrogeología y la Comisión de Investigaciones del Cuatenario, constituyeron el Comité Nacional para implementar las actividades pertinentes del Año Internacional en nuestro país.
La celebración del Año Internacional del Planeta Tierra persigue crear conciencia en la sociedad del vínculo crucial existente entre la Humanidad y el planeta Tierra. Y simultáneamente demostrar el inmenso potencial de las Ciencias de la Tierra para la creación de un futuro equilibrado y perdurable que permita incrementar la calidad de nuestra existencia, y a la vez salvaguardar la dinámica planetaria que la hace posible.
Los promotores de esta reunión cumbre sin precedentes consideran que las sociedades del mundo “hiper-desarrollado” se han convertido en el mayor y más rápido factor no extraterrestre que puede modificar y alterar la dinámica planetaria. Y se propone, desde una difusión pública adecuada, una educación expansiva y una enseñanza racional de las cuestiones relacionadas con las Ciencias de la Tierra. Si logran su objetivo, las sociedades actuales podrán enfrontar el futuro con esperanza.
Entre los objetivos de la iniciativa están la reducción de los problemas de salud y entender mejor los aspectos médicos de las ciencias de la Tierra, mejorar la comprensión sobre cómo se plasman los recursos naturales con el fin de reducir la tensión política, mejorar el entendimiento sobre la evolución de la vida, aumentar el interés en las ciencias de la Tierra en el seno de la sociedad en general, y animar a más jóvenes para que estudien ciencias de la Tierra en la universidad.
Según otra declaración de los organizadores, el Año Internacional del Planeta Tierra "procura conseguir 20 millones de dólares estadounidenses de la industria y los gobiernos, cuya mitad gastará en co-financiar la investigación y la otra en actividades de divulgación". Ted Nield, presidente del Comité del Programa de Alcance, expresó que la cifra de 20 millones de dólares fue "calculada al azar", cuando se concibió la idea al principio, en 2001. "Ahora estaríamos esperando más de 20 millones, ya que desde entonces nos ha alcanzado la inflación", añadió.
"Por supuesto, hasta 10 millones de dólares es mucho dinero para actividades de divulgación", señaló el doctor Nield, "no tanto quizá para la ciencia, pero funcionará como un plan de co-financiación, así que esperamos propuestas de investigadores que ya tengan garantizada alguna financiación".
La resolución de Naciones Unidas enfatizó que resulta evidente que la abundante información científica disponible sobre nuestro planeta no se aprovecha y es poco conocida por el público y los responsables de la adopción de políticas y decisiones. Por ello, la Asamblea General de la ONU, dio este paso convencida de que la enseñanza de las Ciencias de la Tierra proporciona instrumentos para el uso perdurable de los recursos naturales y para construir la infraestructura científica necesaria para un razonable desenvolvimiento socio-económico.
El esfuerzo del Programa de Ciencias del Año Internacional del Planeta Tierra se está viabilizando a través de diez temas multidisciplinarios de relevancia para la sociedad:
1. Aguas subterráneas: El agua es un recurso escaso a escala global que genera tensiones entre comunidades vecinas. La explotación de acuíferos subterráneos, no renovables a corto plazo, debe realizarse con el conocimiento científico y la planificación adecuados.
2. Peligros naturales: La reducción de los daños causados por terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, etc., es una obligación de la sociedad. Los expertos consideran que sólo una adecuada planificación del territorio, en la que las Ciencias de la Tierra sean un elemento clave, permitiría mitigar y convivir con tales riesgos.
3. Tierra y Salud: Se estima que comprender las interacciones entre atmósfera, hidrosfera, biosfera y litosfera es vital para asegurarnos un futuro en condiciones medioambientales no especialmente peligrosas para nuestra salud.
4. Clima: El estudio de las señales geológicas dejadas por los ciclos climáticos recientes, aporta una ingente base de datos sobre los factores que los han gobernado en el pasado. Así, podremos desentrañar el verdadero impacto de la actividad humana en el proceso del cambio climático actual.
5. Recursos naturales: La humanidad es actualmente una feroz consumidora de materiales terrestres y combustibles fósiles. El conocimiento de los recursos naturales a nuestro alcance es la única solución posible para su aprovechamiento sensato en el futuro.
6. Tierra profunda: Variados métodos geofísicos permiten conocer el interior de la Tierra, que es el corazón que impulsa y genera toda la geodiversidad que la humanidad aprovecha y disfruta bajo su delgada y arrugada piel. El conocimiento de la dinámica de la Tierra profunda está detrás de todas las aplicaciones geológicas presentes y futuras.
7. Océanos: Dos tercios de la superficie del planeta están constituidos por los océanos. Explorarlos puede proporcionar nuevos recursos. Además, una quinta parte de la población vive cerca de las costas, donde se deben conocer los riesgos en relación a tsunamis o con variaciones del nivel del mar.
8. Megaciudades: El desarrollo de las ciudades más importantes del planeta no puede ser infinito. Son inmensos sumideros de recursos hídricos, energéticos y de materiales de construcción. Para su seguridad y crecimiento duradero, se requiere un conocimiento exhaustivo del subsuelo.
9. Suelos: La suelos sostienen la vida humana y son el hábitat de una infinidad de microorganismos que cumplen funciones de transformaciones bioquímicas. Conocer este eslabón entre la litosfera y la atmósfera contribuye a prevenir problemas de polución y erosión, y permite utilizar los suelos de manera sostenible.
10. Tierra y Vida: La biosfera hace de la Tierra un sistema único en conglomerado planetario. Es responsabilidad de todos comprender los múltiples factores que controlan los procesos de la vida, en el pasado y en el presente, y proteger la biosfera actual.
Como iniciativa celebratoria, este programa proseguirá hasta fines de 2009. La ONU ya previó que 2010 sea el Año Internacional de la Diversidad Biológica. Tal vez, de la confluencia entre la comunidad geocientífica actual y la juventud alerta del globo emane una expansiva sensibilización colectiva sobre la importancia de los procesos y recursos de la Tierra; la prevención, la reducción y mitigación de los desastres; y la urgente creación de un mundo auténticamente civilizado.
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