julio 23, 2008

Uranio: minería de alto impacto para una industria de alto riesgo


20 mayo 2008
Nota de Opinión de Juan Carlos Villalonga,
Director Político de Greenpeace Argentina

La explosiva expansión de proyectos mineros en la Argentina está siendo impulsada por medidas adoptadas por las propias autoridades nacionales y por un contexto de precios internacionales que tornan a esta actividad atractiva en términos económicos.

La expansión minera en búsqueda de materiales, por lo general suntuosos y de carentes de valor para el desarrollo real de la sociedad, es escandalosa e inaceptable, ya que no podemos permitir la degradación ambiental y poner bajo riesgo las escasas fuentes de agua potable.

Caso emblemático de esta situación ha sido el “boom” que ha tenido la minería de oro desde hace algunos años. A esta actividad se suma la creciente ola de inversiones para explotar el uranio existente en algunas regiones de la Argentina. Nuevamente, decisiones gubernamentales locales e intereses promovidos por el mercado internacional, son los motores que impulsan esta explotación en varias provincias.

En este contexto vemos, por un lado, la pretendida reactivación de la actividad nuclear nacional que impulsa a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Gobierno Nacional para a reabrir y explotar nuevos yacimientos de uranio. La CNEA ya ha acordado con el gobierno de Salta la explotación de Cerro Otto.

Pero aún más, cuando hablamos de minería de uranio debemos señalar que se trata de una minería de alto riesgo para los trabajadores y para el medioambiente. Además, agregar que la CNEA mantiene un pasivo ambiental en todas las regiones donde ha estado extrayendo y procesando uranio desde su origen al día de hoy. Ejemplos de ello puede verse en Don Otto (Salta), Los Adobes (Chubut), Los Gigantes (Córdoba), La Estela (San Luis), Malargüe (Mendoza), Sierra Pintada (Mendoza) y Los Colorados (La Rioja). Con un total de 4.715.000 toneladas de residuos de la actividad que contienen uranio. Antes que pensar en abrir nuevas minas, la CNEA debería destinar esfuerzos técnicos y económicos para remediar los impactos ambientales provocados en esas zonas de su intervención años atrás.

A esta actividad que desarrolla la CNEA se suma ahora el interés internacional, dado los bajos costos locales y el alto precio del uranio. Así aparecen empresas que llegan a la Argentina para extraer uranio con el objetivo de proveer al mercado internacional, este es el caso de las compañías Wealth Resources, Mega Uranium, Maple y Marifil y Madero Minerals de Canadá y la Globe Uranium de Australia. Córdoba, Neuquén, Mendoza, Salta, La Rioja, Catamarca y Santa Cruz son las provincias bajo la mira del interés internacional.

Justamente las actividades de una compañía Canadiense ya han despertado la movilización y preocupación de vecinos en la zona de Fiambalá. Así esa zona se suma a las decenas de pueblos cordilleranos que se encuentran amenazados por la actividad minera y donde una fuerte movilización social procura ponerles freno.

El caso de la explotación de uranio, la actividad a escala local y regional no solo representa riesgos en si misma sino que además se trata del combustible esencial para alimentar una industria de alto riesgo como es la producción nucleoeléctrica, actividad de la que podríamos prescindir perfectamente, si se hiciera un uso intenso de las energías renovables disponibles en Argentina como en el resto del mundo. Es por ella que resultan inaceptables los riesgos que la minería de uranio representa para estas comunidades locales. No es necesaria la industria nuclear, debemos poner el acento en otra dirección energética. Fuentes energéticas que no dejen como legado contaminación ambiental ni dependan de recursos escasos, cuya extracción pone en peligro los recursos naturales en las zonas explotadas.

Para un panorama completo de la minería en la Argentina, ver el informe emitido en TN-Ecología del pasado sábado 17 de mayo.

Disponible en Internet en www.tn.com.ar o en:

Bloque 1:
http://www.tn.com.ar/2008/05/18/index.html?id=884069

Bloque 2:
http://www.tn.com.ar/2008/05/18/index.html?id=884068


— Juan Carlos Villalonga