julio 10, 2009

China y la India se negaron a comprometerse a reducir la emisión de gases contaminantes




Cumbre en L´Aquila / Criticas de la ONU

El cambio climático divide a los países ricos y a los emergentes

Viernes 10 de julio de 2009 | La Nación


L´AQUILA.- La segunda jornada de la cumbre de mandatarios de las potencias industriales que integran el G-8 en la ciudad italiana de L´Aquila concluyó ayer con nuevos compromisos en materia de comercio y economía, pero sin un total consenso sobre las medidas por adoptar contra el cambio climático.

La participación en las reuniones de los líderes de las economías emergentes del G-5 (Brasil, México, China, la India, Sudáfrica) determinó que el acuerdo que anteayer había alcanzado el G-8 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2050 no tuviera consenso unánime.

Ayer apenas se logró a un acuerdo para limitar el aumento de la temperatura media global en dos grados centígrados, pero no se estableció una cifra exacta para la reducción de los gases nocivos, una cuestión que será abordada en diciembre en la Cumbre Mundial sobre el Clima, en Copenhague.

En la primera jornada de la cumbre, los países del G-8 (Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Gran Bretaña, Canadá, Japón y Rusia) se comprometieron a reducir sus emisiones en un 80% para 2050 y afirmaron que el resto del mundo debería reducirlas en un 50% para la misma fecha.

Pero el G-8 no consiguió persuadir al principal emisor, China, ni a la India para que asumieran ese compromiso, lo que representa un revés para los esfuerzos por asegurar un pacto que reemplace el Protocolo de Kyoto. Además, Canadá y Rusia parecieron dar la espalda al objetivo de recortar las emisiones en un 80% para 2050.

En conjunto, los países del G-8 y del G-5 son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta.

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, también presente en L´Aquila, se mostró "insatisfecho" con la falta de acuerdos concretos en la cumbre.

"Necesitamos un objetivo a mediano plazo para estar seguros de que estamos en el buen camino en la consecución de los objetivos de 2050 -dijo Ban-. Los dirigentes del G-8 tenían una oportunidad única, que corre el riesgo de no volver a presentarse."

También el negociador brasileño de medio ambiente, Luiz Alberto Figereido Machado, dijo que la propuesta del G-8 no tenía "credibilidad" sin metas intermedias.

El presidente norteamericano, Barack Obama, admitió que los países más ricos son los que deben encabezar la lucha contra el calentamiento global, y consideró que aún hay tiempo para superar la brecha con los países en desarrollo en torno al cambio climático antes del encuentro en Copenhague.

"Cada nación está en riesgo, y como ningún país por sí solo es responsable del cambio climático, ningún país puede enfrentarlo solo", aseveró Obama, que dijo que entendía las dudas de China y de la India sobre la reducción del consumo de energía cuando las potencias industriales ricas tenían "una cantidad mucho mayor de dióxido de carbono per cápita".

"Quieren asegurarse de que no tienen que sacrificar sus aspiraciones para el desarrollo y un mayor nivel de vida", señaló.

Obama se comprometió a reducir las emisiones de gases, luego de años en que Estados Unidos se negaba a asumir compromisos al respecto.

Un mayor consenso fue el que se logró en materia de economía, con un acuerdo entre los miembros del Foro de las Economías Principales (FEP), que forman el G-8, el G-5 más Indonesia, Corea del Sur y Australia, para cerrar las negociaciones de la Ronda de Doha para 2010.

Con el fin de impulsar la liberalización del comercio internacional y la lucha contra la crisis, estos 16 países lograron sellar ayer varios compromisos en materia económica.

El acuerdo para cerrar la Ronda de Doha para 2010 no supone ningún compromiso concreto en la liberalización del comercio de productos agrícolas, que hasta ahora han bloqueado las negociaciones.

Sin embargo, los líderes del FEP destacaron la voluntad de desbloquear las negociaciones iniciadas en 2001 y anunciaron que durante las reuniones se han alcanzado otros compromisos, como el de "no recurrir a la devaluación de las monedas nacionales" como método para fomentar sus exportaciones.

Además del avance en las negociaciones comerciales, los Estados reunidos se comprometieron a reformar la legislación financiera y reestructurar las instituciones internacionales.

Los líderes mundiales reunidos en L´Aquila, epicentro del terremoto del pasado abril que causó 299 muertos, han afirmado desde el inicio de la cumbre que constatan una mejora de la economía global, aunque advierten que todavía existen peligros.

En tanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, insistió ayer en su propuesta de ampliar el G-8, ya que en su opinión "no es suficientemente representativo para responder a la crisis económica".

"En 2011, cuando ostentemos la presidencia del G-8, incluiremos en la agenda el refuerzo del G-14. Me parece indispensable", dijo Sarkozy.

Agencias AFP, AP, EFE, DPA y Reuters