julio 13, 2009

Médicos del Mundo vs. el Gobierno



Duelo verbal. Gonzalo Basile, titular de la ONG Médicos del Mundo
en la Argentina, sostiene que el Gobierno oculta información.
Aníbal Fernández los trató de “chantas”.


ENTREVISTA EXCLUSIVA DE CRÍTICA de la Argentina


Gonzalo Basile consideró que la cifra de muertos debería ser superior a 200 y que hay que declarar la emergencia sanitaria por lo que ocurre también con el dengue, la tuberculosis y la desnutrición infantil. Aníbal F. negó que se oculten datos.

Por Leonel Lenga

13.07.2009


Gonzalo Basile, titular de la filial argentina de Médicos del Mundo, la ONG que confrontó con el gobierno nacional al cuestionar el manejo de las estadísticas oficiales sobre enfermos de gripe A, recibió a Crítica de la Argentina en sus oficinas de Balvanera y redobló la apuesta. Consideró que las cifras sobre muertos por influenza ocultan por lo menos a la mitad de las víctimas, que el sistema de salud está colapsado y que hay que declarar la emergencia sanitaria por lo que ocurre también con el dengue, la tuberculosis y la desnutrición infantil. “No escuché a nadie que dijera que en esta etapa invernal tendríamos que haber mejorado la alimentación y el soporte nutricional de los sectores más vulnerables, así como idear una política de abrigo que proteja sus viviendas precarias del frío”, mencionó.

–Aníbal Fernández dijo que no había ninguna información que se haya ocultado y los calificó a ustedes como un “grupo de chantas”, ¿qué opinión le merece?

–No vamos a responder en términos de agravios asuntos referidos a la salud pública. Nuestra organización tiene autonomía de los sectores políticos, cuenta con una intención humanitaria y vela por los derechos de los pueblos. Estamos preocupados por la salud pública. Necesitamos más compromiso para que la sociedad civil pueda fiscalizar las políticas del Estado y más democratización para que se puedan decir cosas aunque no les gusten a los funcionarios.

–¿Por qué manejan cifras diferentes y de dónde provienen?

–Según definió el ministro de Salud, hubo por lo menos 100 mil casos de gripe porcina. Si tenemos ese número es imposible tener solamente 94 muertos porque implicaría que la tasa de letalidad se encuentra por debajo de la media internacional. La tasa más baja es de 0,2 en Australia. En caso de igualarlos, tendríamos que hablar de por lo menos 200 muertes. La Argentina tiene un sistema deficitario de información epidemiológica generado a partir de acumular muchos subregistros de casos, producto de la fragmentación en 24 provincias. Esto complejiza integrar toda la información y lleva a que el problema se repita con otras enfermedades.

–¿Cuál es su evaluación del sistema de salud?

–El año pasado se notificó un total de 1.186.997 casos de enfermedad tipo influenza (gripe común) en todo el país, lo que provocó 3.200 muertes. Además se registraron 203.504 casos de neumonía y 262.285 casos de bronquiolitis en menores de dos años, un 28% más que el año anterior. Esto demuestra que en realidad ya había un estado de situación muy grave que se profundizó con la gripe porcina. El sistema de salud siempre está al límite y desbordado, por más que los profesionales den su mayor esfuerzo diario e intenten rebuscárselas. La falta de rectoría generada a partir de la separación de salud en los sectores públicos, privados y de seguridad social, generó descoordinación. Hay que sumar que estamos frente a un desfinanciamiento crónico ya que sólo se invierte en salud el 1,9 del PBI. Es necesaria una reforma sanitaria para reorganizar los servicios de salud y convertirlo en un modelo universal, gratuito y único, como ya ocurre en Cuba, Brasil y Canadá.

–¿Qué opina de las medidas que se tomaron en el país?


–Sólo se discutió de la enfermedad, pero poco del cuidado y de la protección social. En esta etapa invernal tendríamos que haber mejorado la alimentación y el soporte nutricional con verduras, carnes, dulces y lácteos. Mejorar la defensa y el sistema inmunitario. Tampoco discutimos una política de abrigo para las viviendas precarias donde se pasa frío, ni para las 25 mil personas que en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia viven en la calle. Debió haberse promovido una política de prevención de salud realista. Además de sugerir la limpieza, entregar el kit correspondiente ya que muchos no pueden comprar jabón, lavandina y detergente. Por último, debió establecerse un control de precios férreo para los barbijos y el alcohol en gel. No puede ser que se haya especulado con los insumos básicos que necesita la población. Por último, considero que estamos a tiempo de declarar la emergencia sanitaria, pero que debería comprender, además de las infecciones respiratorias agudas, el mal de Chagas, la tuberculosis, el paludismo, la desnutrición infantil y el dengue.

–¿Qué factores posibilitaron el desarrollo de la enfermedad?


–El modelo productivo de libre comercio en México posibilitó que en el poblado de La Gloria, en Veracruz, una empresa trasnacional, Smithfield Foods Inc., echada de Estados Unidos porque producía más de un millón de cerdos en malas condiciones, pudiera instalarse. La revista británica Science publicó en 2003 que la explotación de cerdos podría generar enfermedades de gripe más potentes.