CULTIVAR SUELO, NO ALIMENTOS

EcoBase
El Salvador, el país más pequeño de Latinoamérica, tiene una población de unos 7 millones de habitantes y aproximadamente otros 2 millones de Salvadoreños viven en el extranjero – principalmente en los Estados Unidos y Canadá. La historia de la agricultura en El Salvador es la del abandono y desprecio hacía las prácticas agrícolas tradicionales y la adopción de una agricultura alineada con las demandas del mercado mundial – al principio, después la conquista española, con la exportación de cacao y añil, y luego café, caña de azúcar y algodón. La agricultura industrial asumió las tierras fértiles, desplazando a las comunidades rurales hacia las tierras marginales y al mismo tiempo deteriorando el suelo con malas prácticas agrícolas. La Revolución Verde en los años 50 impulsó el uso de grandes cantidades de agroquímicos con la idea de aumentar la producción mientras contaminaba el medioambiente. Las poblaciones rurales también adoptaron los métodos avalados por occidente, afectando negativamente el medioambiente, la salud humana y, en primera instancia, la delicada base del suelo.
Ante esta realidad han surgido movimientos sociales en el país con distintas visiones del desarrollo. CESTA Amigos de la Tierra es una organización medioambiental local que promueve la agroecología como una alternativa a las prácticas agrícolas convencionales. La organización notaba que en el campo los agricultores se encontraban cada vez más obligados a usar más y más fertilizantes químicos en sus parcelas para lograr el mismo nivel de producción. Esto hacía surgir la pregunta ¿por cuánto tiempo más podría durar esta situación? Obviamente la alta dependencia de los insumos químicos y el resultante deterioro de los suelos significaban que este sistema de agricultura no podría ser sostenible. La agroecología presenta una alternativa viable para el campesino, pero aún si en todo el país se cambiara al uso de prácticas agroecológicas, ¿se podría sostener el mismo nivel de producción agrícola sin dañar el suelo?
En febrero del año pasado, el Sr. Juan Manuel Martínez de ECOPOL, México, una organización contraparte de Ecology Action, vino a El Salvador para realizar el primer taller en el país sobre la agricultura biointensiva. La filosofía mundial que sustenta al método causó mucho impacto e hizo surgir muchas inquietudes sobre nuestra forma de vivir.
El taller dejó una fuerte impresión en los participantes y algunos de ellos formaron un grupo con el objetivo de dar seguimiento a las actividades de las diferentes organizaciones y agricultores, relacionadas con el método. Posteriormente, surgió una oportunidad de cursar un internado con Ecology Action en California entonces, entonces fui seleccionado y durante 6 meses aprendí a cultivar mis propios alimentos mientras estudiaba el concepto de la agricultura sustentable con perspectiva ecologista de manera más minuciosa. Se trata sobre todo del suelo. En una cucharada de suelo fértil puede haber más seres vivos que seres humanos en todo el planeta. Ellos trabajan proporcionando las condiciones necesarias para que las plantas crezcan y, para que se mantengan sanos y prósperos, es necesario darles de comer. Cada vez que una planta crece extrae nutrientes del suelo, entonces para mantener estos nutrientes hay que devolverlos al suelo. Esto se logra al producir abono orgánico, o composta, con las plantas que se cultivan, incorporándolo al suelo para la siguiente temporada. La clave para lograr un sistema cerrado de agricultura sustentable es de cultivar los propios insumos para la composta dentro de él. Si el sistema depende de insumos externos para hacer la composta, se estará mermando al suelo de otro lugar.
A fin de generar suficiente materia para producir la cantidad de composta necesaria, se tienen que plantar cultivos que proporcionarán esta materia – principalmente los granos grandes como el maíz, trigo, sorgo y mijo. No sólo proporcionan calorías esenciales para la dieta sino que también producen grandes cantidades de biomasa para la composta. El “cultivo de carbono” es el término que se utiliza porque el objetivo es suministrar suficiente carbono o “alimento" al suelo para que crezca y complementar al nitrógeno, o "combustible", necesario para el proceso de descomposición. El nitrógeno se puede obtener de los desechos orgánicos verdes de otros cultivos como las hortalizas y los cultivos de raíz, y de las legumbres cosechadas cuando aún están inmaduras. Así se requiere una finca con una diversidad de cultivos.
Principios del Método de Cultivo Biointensivo
Altieri, M, 2001. Los Entrevista con Miguel Altieri, Rel-UITA.http://www.rel-uita.org/old/agricultura/un%20promotor%20para%20agroecologia.htm
Jeavons, J, et al., 2005. Método de Mini-Cultivo Biointensivo Sustentable – Manual de Capacitación
Jeavons, J, 2002. Cultivo Biointensivo de Alimentos *más alimentos en menos espacio, 6ª edición.
King, F.H., 1911. Farmers of Forty Centuries: Organic Farming in China, Korea, and Japan.
Centro para la Defensa del Consumidor, 2008. Economía familiar es castigada por las alzas de los alimentos. http://www.cdc.org.sv/noticias/News-46