abril 28, 2007

El hombre o los moluscos

Entrevista con el teólogo brasileño Leonardo Boff

Por Sergio Ferrari

Cambios climáticos radicales e irreversibles, informes de instituciones internacionales casi fatalistas... El planeta tierra, “nuestra casa común”, al decir del teólogo y militante brasilero Leonardo Boff, se confronta a un momento complejo de su propia historia evolutiva. Entre catástrofe y amenazas de desaparición, Boff -miembro de la Comisión Internacional de la Carta de la Tierra y premio Nobel alternativo 2001- , aporta desde la ciencia, la teología y la militancia, su mirada crítica, una voz de advertencia y, a pesar de todo, un grito de esperanza.
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P: Los estudios, como el recientemente presentado sobre el calentamiento de la tierra, describen una situación cada día más alarmante. ¿Cómo interpretar este momento preocupante de la historia evolutiva del hombre y el planeta?


Leonardo Boff: Estamos tomando conciencia que podemos ser destruidos. No por algún meteoro rasante o por un cataclismo natural de proporciones inconmensurables. Sino por la irresponsable actitud humana. El hombre ha construido dos máquinas de muerte que pueden destruir la biosfera: las armas de destrucción masiva y la agresión ecológica al sistema Tierra. Hasta ahora existía una cierta preocupación de no sobrepasar los límites que puede soportar la Tierra. El Panel Intergubernamental para los Cambios Climáticos (IPCC en inglés), a inicios de febrero, reveló que ya hemos roto esa barrera. El planeta va, irremediablemente, hacia un aumento de la temperatura de entre 1.8 y 6 grados Celsius. Las consecuencias sobre la biodiversidad serán devastadoras. Millones y millones de personas corren serios riesgos a causa de pérdidas de cosechas, de sequías o de las inundaciones por la subida de las aguas de los océanos que será de entre 18 y 59 centímetros como mínimo...

LA LOGICA DE LA AUTO-DESTRUCCION


P: Un panorama catastrófico...


LB: La certidumbre que somos responsables por la vida o la muerte de nuestro planeta vivo. Depende solamente de nosotros el futuro común, es decir el nuestro como especie y el de nuestra querida Casa Común, la Tierra, que amamos tan entrañablemente.

P: Aunque produce *carne de gallina* sólo imaginárselo... ¿podría el ser humano llegar a desaparecer resultado de su poder auto-destructivo y de su falta de sabiduría?


LB: Nombres notables de las ciencias no excluyen esa posibilidad. Por citar algunos, Stephen Hawking (“El Universo es una Cáscara de Nuez”) anticipa que en el 2600 la población mundial vivirá codo con codo y que el consumo de electricidad dejará la tierra incandescente. El premio Nobel, Christian de Duve, afirma que la evolución biológica marcha aceleradamente hacia un momento de ruptura. Prestigiosos historiadores como Arnold Toynbe y Eric Howsbawn, también se plantean la inviabilidad del planeta si continúa en esta lógica. James Lovelock, (“La venganza de Galia”) anticipa un escenario brutal: hasta el fin del siglo el 80 % de la población humana desaparecerá. El 20 % restante va a vivir en el Ártico o en algunos pocos oasis en otros continentes, donde las temperaturas serán más bajas o donde caerá un poco de lluvia. En cuanto al territorio brasilero será demasiado caliente y seco como para ser habitado.

P: Inimaginable pensar en la desaparición de la especie...


LB: Sería una catástrofe biológica de magnitud inconmensurable. Se vería anulado el trabajo de por lo menos 3.8 billones de años, fecha probable de la aparición de la vida; y de los 5-7 últimos millones de años, desde que apareció la especie homo; y de los últimos cien mil años, desde que irrumpió el Homo Sapiens... Caería todo ese trabajo realizado por el universo entero de energías, de informaciones y de diferentes formas de materia...

Hay que recordar que hasta ahora no fueron identificadas científicamente y de forma irrefutable otras inteligencias en el universo. Somos, en tanto especie homo, una singularidad sin comparación en el cosmos. Contamos con un cuerpo con treinta billones de células; un cerebro con cien millones de neuronas en continua sinapsis, complejo en su psiquis y su conciencia, cargada de informaciones recogidas desde que irrumpió el cosmos con el Big Bang. Y que se fue enriqueciendo con emociones, sueños, arquetipos, símbolos. Y con un espíritu, capaz de captar el todo y sentirse parte de él, e identificarse con Aquel que une y re-une, liga y re-liga todas las cosas haciendo que no sean caóticas sino ordenadas y dándole sentido y significado a la existencia en este mundo. Y que nos hace nacer sentimientos de profunda veneración y respeto hacia la grandeza del cosmos.

En ese sentido, la historia de la vida y la historia de la vida humana perderían algo inestimable.


EL UNIVERSO, ANTERIOR AL HOMBRE

P: ¿Y el hombre y su instinto por sobrevivir en ese panorama casi desolador?


LB: aunque aparezca contradictorio frente a la gravedad de los hechos, diría que es necesario tener paciencia con el ser humano. Hay mucho que aprender. En relación al tiempo cósmico, lo transitado hasta ahora por el hombre es sólo un minuto de vida. En esta perspectiva la situación actual representa un desafío más que un desastre posible.

Por otra parte, aún en la perspectiva de la desaparición del ser humano como especie, el principio de inteligibilidad y de *amorosidad* (amor) quedaría preservado. Eso existió en el universo antes que los seres humanos. Es un principio tan ancestral como el mismo universo...

P: Para volver a la categoría de “tiempo cósmico” y la acelerada crisis actual, ¿tendrá todavía la especie humana tiempo para realizar este aprendizaje?


LB: Todo parece indicar que el reloj corre contra nosotros. Posiblemente estemos llegando ya demasiado tarde, y hemos pasado el punto de no-retorno. Pero como la evolución no es lineal y conoce frecuentes rupturas y saltos para arriba –producto de mayor complejidad- y como existe el carácter indeterminado y fluctuante de todas las energías y de toda la materia, nada impide que se produzca la emergencia de otro nivel de conciencia y de vida humana que salvaguarde la biosfera y el planeta tierra.

Es interesante, por ejemplo, que Théodore Monod, fallecido en el 2000 y tal vez el último gran naturalista en el mundo, quien era cristiano –protestante-, sugiere ya como posible candidato a los cefalópodos –una especie de moluscos- que poseen una perfección anatómica notable. Con su cabeza con una cápsula cartilaginosa, que funciona como cráneo, y que tienen ojos como los vertebrados. Con un psiquismo altamente desarrollado con memoria doble, en tanto nosotros tenemos solo una.

Evidentemente, no será mañana que saldrían del mar para entrar al interior del continente. Necesitarían millones de años de evolución. Pero ya cuentan con una base biológica como para dar un salto rumbo a la conciencia. De todas formas nos urge escoger: el ser humano y su futuro o los moluscos.

P: ¿En la elección de futuro hay una decisión de práctica actual, cotidiana, inmediata?

LB: Sí. Es importante ya ahora mismo mostrar amor a la vida en su majestuosa diversidad, tener compasión de todos los que sufren, realizar rápidamente la justicia social necesaria y amar a la Gran Madre Tierra. Avancemos aceleradamente porque no tenemos mucho tiempo que perder. Para ello habría que reunir radicalmente las cuatro “r”: reducir, reutilizar, reciclar y re-arborizar. Así nos adaptaríamos a los cambios y disminuiríamos los efectos dañinos actuales.

Apuesto al optimismo. De la misma manera que el ser humano domesticó otros medios de destrucción, el primero de los cuales fue el fuego, así ahora domesticará los medios que pueden destruirlo. Aquí cabría, por ejemplo, un análisis de las posibilidades dadas por la nanotecnología (que trabaja con átomos, genes y moléculas) que puede, eventualmente, ofrecer medios técnicos para disminuir el calentamiento global y purificar la biosfera de los gases del efecto invernadero.


De todas formas debemos pensar estas cuestiones en términos de física cuántica y de nueva cosmología. La evolución no es lineal. Acumula energía y da saltos. Esto también nos lo sugiere las teorías de Niels Bohr y Werner Haisenberg: pueden irrumpir virtudes escondidas, venidas del vacío cuántico, de ese océano indescifrable de energía que subyace en el universo y modificar, así, la línea de la evolución.

LA APUESTA A OTRO MUNDO

P: Al margen de presagios fatalistas y de un realismo dramático, ¿cuál es la convicción profunda de Leonardo Boff sobre el futuro de la especie humana?


LB: Me opongo a la idea que nuestro destino, luego de millones de años de evolución, termine así, miserablemente, en las próximas generaciones. Habrá un salto, quien sabe, en la dirección de lo que ya en 1933 Pierre Theilhard de Chardin anunciaba: la irrupción de lo noosfera, es decir aquel estado de conciencia y de relación con la naturaleza que inaugurará una nueva convergencia de mentes y corazones así como un nuevo nivel de la evolución humana y de la historia de la tierra.

En esa perspectiva, el escenario actual no sería una tragedia sino una crisis. La crisis regenera, purifica y madura. Anuncia un nuevo comienzo, un dolor y un parto promisorio y no las penas de un fin de la aventura humana. Todavía vamos a brillar.

Y tal vez, para terminar, es importante decir que no se acabará el mundo, sino que puede acabarse este tipo de mundo insensato que ama la guerra y la destrucción en masa. Vamos a inaugurar un mundo humano que ama la vida, desacraliza la violencia, protege y tiene piedad de todos los seres, hace justicia verdadera y nos permite estar en el Monte de las Bienaventuranzas. O, simplemente, que habrá aprendido a tratar humanamente a todos los seres humanos, con cuidado, respeto, compasión a todos los demás seres. Todo lo que existe merece existir. Todo lo que vive merece vivir. Especialmente nosotros, los seres humanos.


*Colaboración E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria de la cual Leonardo Boff es miembro de honor y signatario de su Carta de Principios

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EL FIN DE LA ESPECIE


Sobre la retórica fatalista del fin del mundo, Leonardo Boff reflexiona: “No es la primera vez que los seres humanos se ponen la pregunta del fin de la especie. Siempre que una cultura entra en crisis, como la nuestra, surgen mitos sobre el fin del mundo y la destrucción de la especie. Aparecen relatos patéticos ...En el Nuevo Testamento ese genero ganó cuerpo en el Apocalipsis y en algunos pasajes de los Evangelios que colocan en la boca de Jesús predicciones de fin del mundo.

Hoy prolifera una vasta literatura esotérica que usa códigos diferentes como comunicaciones con extraterrestres. Pero el mensaje es idéntico: el fin es inminente y hay que estar preparados.

Es importante no dejarse invadir por ese tipo de mensaje. Se trata de un mensaje de tiempo de crisis y no un reportaje anticipado de lo que va a ocurrir. Sin embargo, hay una diferencia entre los antiguos y hoy. Para los antiguos el fin del mundo estaba en su imaginario y no existía como proceso realmente posible. Para nosotros se trata de un proceso real, porque hemos creado, de hecho, el principio de auto-destrucción”. (Sergio Ferrari)

LEONARDO BOFF

Nació en Concordia, Estado brasilero de Santa Catarina, el 14 de diciembre de 1938. En 1970 se graduó como Doctor en Teología y Filosofía en la Universidad de Munich, Alemania. Durante años se desempeñó como profesor en varias universidades brasileras. Así como profesor invitado de las universidades de Lisboa (Portugal), Salamanca (España), Basilea (Suiza) y Heidelberg (Alemania). Es autor de más de 60 libros, muchos de los cuales han sido traducidos en varios idiomas.

Fue uno de los “padres” fundadores de la Teología de la Liberación. Lo que le valió una primera sanción de las autoridades católicas romanas en 1985. Ante una nueva amenaza de sanción por parte del Vaticano, Leonardo Boff renunció a sus actividades sacerdotales en 1992 y se autoproclamó al estado laico.

En la actualidad continúa sus aportes teológicos, con un particular acento en la temática ecológica. Es asesor del Movimiento de los Trabajadores rurales sin Tierra (MST) y de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) de Brasil. (Sergio Ferrari)

Reducción en colonias de abejas en todo el mundo

Los cultivos genéticamente modificados, los pesticidas o el cambio climático
podrían incidir en la disminución de estos insectos - Foto: Reuters

Especialistas plantean diversas hipótesis; sospechan baja en sistema inmunológico

Son los insectos más importantes en la cadena alimenticia humana, afirman científicos

Una crisis podría llegar a devastar la millonaria industria apícola estadunidense

TANIA MOLINA RAMIREZ
(La Jornada, México)

Algo sucede con las abejas, que al parecer están desapareciendo, nadie sabe porqué. Esto ocurre en distintas partes del mundo, según registro de distintas fuentes, desde el diario estadunidense The New York Times, hasta la revista alemana Der Spiegel.

"Más de un cuarto de las 2.4 millones de colonias de abejas en Estados Unidos se perdieron, es decir, decenas de miles de millones, según cálculos de Apiary Inspectors of America", una de las organizaciones con mayor autoridad en el tema, reportó Alexei Barrionuevo en The New York Times, el 24 de abril.

A la fecha se ha encontrado el "síndrome de despoblamiento de colmena" en 27 estados del vecino país, según Bee Alert Technology Inc., compañía supervisora del problema.

No se sabe a ciencia cierta la causa del "síndrome", pero hay toda clase de elucubraciones: cultivos genéticamente modificados; plaguicidas; pesticidas; algún parásito intestinal; las ondas de los celulares; el estrés provocado por las migraciones a las que estos insectos son sometidos por los apicultores; el cambio climático; líneas de alto voltaje; un complot de Rusia o de Osama Bin Laden, o hasta que Dios las hubiera llamado de regreso al cielo.

Un equipo de científicos en Estados Unidos -entre quienes destaca Diana Cox-Foster, profesora de entomología en la Penn State University-, creado para averiguar la desaparición de las abejas, se enfoca en esta hipótesis: la causa puede ser un virus, un hongo o un pesticida.

Una de las preguntas que se hacen los científicos es, en primer lugar, por qué abandonan las colmenas y dónde mueren, porque no encuentran los restos mortales de las abejas.

Según el diario inglés The Independent, "otro de los investigadores de los colapsos, Dennis van Engelsdorp, especialista residente en Pennsylvania, dijo que era posible que los insectos huyeran de las colonias porque percibían que estaban contaminadas o afectadas de alguna manera. Este comportamiento también se ha registrado en otros bichos sociales, como las hormigas".

Se calcula que el valor que las abejas generan en Estados Unidos es de más de 14 mil millones de dólares anuales. Cox-Foster afirmó que los investigadores se encuentran "extremadamente alarmados" y que la crisis "tendría el potencial de devastar a la industria apícola estadunidense".

Si bien al norte del río Bravo es donde ocurre con mayor gravedad este fenómeno, en varias partes del mundo también se nota la desaparición de las abejas, como en Europa y el resto de América.

Algunos científicos señalan que estos son los insectos más importantes en la cadena alimenticia humana, ya que son los principales polinizadores de cientos de frutas, vegetales, flores y nueces.

Un botón: "California es el principal proveedor de almendros del mundo y allí, cada año se requieren aproximadamente dos millones de colmenas para realizar su polinización", dijo a BBC Ciencia Fernando Esteban, director de la revista argentina Espacio Apícola. Con la disminución de las colonias de abejas, "la producción de almendros podría estar amenazada", agregó Esteban.

Diversos reportes de medios de comunicación que hablan sobre la baja en la cantidad de abejas citan a Albert Einstein, en el sentido de que sin ellas, la humanidad dejaría de existir en cuatro años. Pues ahora, incluso, hay un foro en Internet en el cual se discute si de verdad Einstein afirmó lo anterior (http://message.snopes.com/showthread.php?p=127316).

Hipótesis

Una posible causa del debilitamiento de las abejas es un cambio de dieta: "Hemos reducido el espectro de la variedad de plantas, vegetaciones y flores que son el sustento de ellas", dijo Fernando Esteban. Esta mala nutrición podría ocasionar que se vuelvan susceptibles a los virus, por ejemplo.

Por otro lado, un pesticida que fue prohibido en Francia y que se usa en Estados Unidos, podría afectar "la capacidad innata de estos insectos" de regresar a sus colmenas".

Otra hipótesis señala que las abejas podrían estar sufriendo estrés porque los apicultores las transportan a cada vez mayores distancias, "con las colmenas amontonadas, unas encima de otras en las camionetas, para llevar a cabo los contratos de polinización en las huertas, en diferentes estados", reportó The Independent.

Pero no sólo es el transporte, sino también la alimentación: "Para mantener la energía de las abejas, mientras polinizan, los apicultores les dan suplementos alimenticios". En estas colonias es donde se han registrado mayores pérdidas.

Por otro lado, Der Spiegel plantea la posibilidad de que su desaparición pudiera estar relacionada con los cultivos transgénicos. Recientemente, en Alemania, Manfred Hederer, presidente de la Asociación Alemana de Apicultores, reportó una disminución de 25% de la población de los insectos en ese país.

En tanto, pruebas genéticas de la Universidad de Columbia revelaron la presencia de múltiples microrganismos en los pobladores de panales o colonias en declive, lo cual sugiere que algo está debilitando su sistema inmunológico. "Los investigadores encontraron hongos en abejas afectadas, organismos que también se presentan en humanos, cuyos sistemas inmunológicos han sido suprimidos por el sida o el cáncer", registró The New York Times. Además, otros insectos no se acercan a las colmenas abandonadas. "Esto sugiere que hay algo tóxico en la colonia, que los repele", dijo Foster.

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abril 14, 2007

ECO-MARCHA EN LA CIUDAD DE NUEVA YORK

Foto: Keith Bedford/Reuters

Como protesta contra contra los trastornos climáticos en Nueva York, centenas de personas se vistieron de azul y atravesaron la ciudad para representar la elevación del nivel de los océanos debido al calentamiento global.

NOVEDAD IMPORTANTE

abril 07, 2007

¿QUÉ FUTURO "VERDE" IMPONDRÁ EL SISTEMA?


CAMBIO CLIMÁTICO:

El desafío del siglo

Por Stephen Leahy

TORONTO, 6 abr (IPS) - El cambio climático ya altera la situación del Ártico, de África subsahariana y de pequeñas islas y deltas de ríos de Asia, informó este viernes el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en Bruselas.

Los impactos ya constatados no harán otra cosa que agravarse en los próximos años, junto con algunas molestas sorpresas, mientras gana rápido impulso la carrera humana por alterar el clima.

Científicos y ambientalistas dicen que el desafío del siglo es qué hará la humanidad al respecto.

"Lo irritante es que tenemos todas las herramientas a mano para limitar el cambio climático y salvar al mundo de los peores impactos", dijo Lara Hansen, científica jefa del Programa Internacional de Cambio Climático del no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

"El IPCC dejó en claro que las posibilidades abiertas se están cerrando rápidamente. El mundo necesita pensar colectivamente con vistas a los próximos 10 años y trabajar juntos para impedir esta crisis", señaló Hansen.

"Nuestras sociedades dependen de la naturaleza, aunque la hemos debilitado durante siglos. Ahora, con el cambio climático, estamos atacando la propia base del mundo natural, poniéndonos a todos en riesgo", agregó.

John Seed, escritor, profesor universitario y fundador del no gubernamental Centro de Información sobre Selvas Tropicales en Australia, coincidió. "No necesitamos más conocimientos. Lo que falta es pasión."

En una encuesta reciente, más de 93 por ciento de los australianos dijeron estar preocupados por el cambio climático, informó Seed a IPS. "Los australianos nunca tuvieron tal grado de consenso sobre nada". Pero muy, muy pocos australianos hacen algo al respecto, aseguró.

En todo el mundo, la humanidad pasa de la negación a la conciencia, y luego a la desesperación, porque sienten que el problema es demasiado grande y complicado.

Como consecuencia, muchas personas, entre ellas funcionarios del gobierno, están demasiado ansiosas por buscar "falsas soluciones", tales como mantener la actual matriz energética aunque comprando y vendiendo "créditos de carbono" o dependiendo de nuevas tecnologías como el secuestro de carbono y los biocombustibles, indicó Seed.

"La cultura del continuo crecimiento económico se terminó. Los negocios y la política no pueden continuar como siempre", observó.

Lo que falta y se necesita para abordar el cambio climático es la dimensión psicológica humana, según Seed, quien realiza una serie de talleres en América del Norte sobre este asunto.

El primer paso es reconocer los sentimientos personales sobre el cambio climático, que resultaron ser comunes en docenas de talleres que Seed organizó en todo el mundo.

Una vez que se admita abiertamente, este sentimiento universal de tristeza, desesperanza, enojo o desesperación podrían traducirse, por ejemplo, en acciones, como la organización pequeños grupos para reclamar que medidas contra el cambio climático, señaló.

"Una acción democrática por parte de los ciudadanos es la única solución. Los gobiernos y los políticos no brindarán el liderazgo necesario", dijo Seed a IPS.

También advirtió que los líderes políticos y empresariales de los países industrializados culpan falsamente por el cambio climático a los estilos de vida del público.

"Menos de 25 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero resultan de nuestras opciones personales", aseguró.

Los principales vehículos del cambio climático global son estructurales y políticos. Además de sus extraordinarias ganancias, las empresas de petróleo y carbón de todo el mundo reciben miles de millones de dólares en subsidios públicos.

En Estados Unidos, las firmas de combustibles fósiles reciben 20.000 millones de dólares por año, mientras que cada australiano paga 300 dólares por año en subsidios similares, dijo. Lo mismo ocurre en Canadá.
La gente no puede elegir caminar en vez de manejar si no hay aceras en sus vecindarios, sostuvo. Y tampoco pueden decidir dejar sus automóviles en sus casas cuando no hay tránsito público, o apenas un sistema de autobuses de muestra que podría insumir el doble de tiempo.

Esa es la clase de conocimiento que los ciudadanos necesitan, junto con la pasión para actuar, opinó Seed.

"El informe de hoy del IPCC subraya lo que ya sabemos: que la naturaleza nos está obligando a hacer algo", dijo Seed.

Muchas organizaciones ya están comprometidas con la lucha contra el cambio climático, pero hay una enorme variedad de puntos de vista sobre cómo hacerlo.

El cambio climático "es un asunto central de equidad que debe ser abordado en las negociaciones internacionales", dijo John Drexhage, director de Cambio Climático y Energía en el Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable.

El Protocolo de Kyoto, acordado en 1997, busca reducir las emisiones de dióxido de carbono que contribuyen con el efecto invernadero, responsable del recalentamiento global.

En el marco de ese acuerdo, 35 naciones industrializadas deberán, entre 2008 y 2012, reducir 5,3 por ciento sus emisiones respecto de los registros de 1990.

Sin embargo, Estados Unidos --por lejos el mayor emisor mundial de gases invernadero-- se negó a ratificar el tratado, con el argumento de que es demasiado costoso de implementar. Muchas otras naciones industrializadas están quedando rezagadas en relación a sus compromisos.

"Se vuelve una prioridad tan económica como ética defender lo que queda de naturaleza en este planeta: los manglares y los arrecifes de coral protegen costas, los bosques protegen cuencas", dijo Hansen, del WWF.

"Lean nuestros labios: en Estados Unidos necesitamos una política climática obligatoria", aseguró Eileen Claussen, presidenta del Centro Pew sobre Cambio Climático Global.

Seed coincidió. "Podemos o bien enterrar nuestras cabezas en la arena o bien experimentar el momento de nuestras vidas abrazando este desafío."(FIN/2007)

abril 02, 2007

LA TIERRA EN ESTADO DE NERVIOS


Fuertes lluvias en la Costa Este de los EUA provocan el desborde del río Saddle e inundan las calles de la ciudad de Lodi (Estado de Nueva Jersey); al menos cinco personas murieron.

Masas de hielo caen del glaciar Perito Moreno sobre el lago Argentino, en la ciudad patagónica de El Calafate; el planeta va a tener nuevas zonas climáticas en 2100, según una investigación divulgada este lunes.

Terremoto abre cráter en carretera próxima a la ciudad de Nakajima (Japón); una persona murió, 160 quedaron heridas y centenas de edificios fueron damnificados por el temblor.


Imagen aérea de la erupción del volcán Piton de la Fournaise muestra la lava arrasando la vegetación en la Isla de Reunión, que pertenece a Francia y queda en el océano Índico, cerca de Madagascar.


Un campesino camina por el suelo seco de Yingtan, en la provincia de Jiangxi, en China, que sufre con la falta de lluvia.


Pobladores intentan recoger lo que sobró en su casa tras el tornado que agitó el condado de Beaver, cerca de Elmwood (EUA); el jueves 65 tornados causaron la muerte de cuatro personas en el país.

Calle inundada tras tempestades en la ciudad argentina de Rosario; dos personas murieron y 25 mil quedaron sin abrigo en la Provincia de Santa Fé.