octubre 27, 2006

ARGENTINA: CAMBIO CLIMATICO

El agro, víctima y villano del cambio climático
Por Marcela Valente

BUENOS AIRES, 26 oct (IPS) - El gobierno de Argentina está preocupado por el impacto del cambio climático en la actividad agropecuaria, principal bastión económico de este país. Pero resulta que el mismo campo, pródigo en cereales, leguminosas y ganado, contribuye enormemente a recalentar la atmósfera.

La Dirección de Asuntos Ambientales de la cancillería argentina presentó este jueves ante organizaciones de la sociedad civil una veintena de trabajos de investigación que servirán de base para elaborar la segunda Comunicación Nacional a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

"Nos preocupa especialmente el impacto del cambio climático en las condiciones para nuestra producción primaria, por eso realizamos estudios sobre la vulnerabilidad en este sector", dijo el embajador Raúl Estrada Oyuela, director de la repartición, al iniciar la presentación.

La Comunicación Nacional es un informe periódico que deben presentar los países partes de la Convención de Cambio Climático con datos de emisiones de gases de efecto invernadero (que recalientan la atmósfera), y señalar las zonas más sensibles al aumento de la temperatura, causado por esos gases liberados por la actividad humana.

El corazón del informe será el Inventario Nacional de la República Argentina de Fuentes de Emisión y Absorción de Gases de Efecto Invernadero 2000, que mide el aporte del país al aumento de la temperatura global. Ese estudio arroja conclusiones particulares y diferentes del perfil habitual de los países en desarrollo. En diálogo con IPS, el coordinador del inventario, Osvaldo Girardín, de la no gubernamental Fundación Bariloche, sostuvo que en Argentina las emisiones de óxido nitroso, provenientes de las plantaciones agrícolas, y las de metano, que surgen de la fermentación entérica de la digestión del ganado rumiante y del estiércol "son tan importantes como las de energía".

Además de esos gases invernadero, otra fuente importante es el dióxido de carbono procedente de la combustión de petróleo, carbón y gas.

"Si bien en el mundo la proporción indica que casi 80 por ciento de las emisiones son producidas por la energía, en Argentina, al igual que en otros países con fuerte desarrollo agropecuario como Australia o Nueva Zelanda, el campo aporta casi la mitad de las emisiones", remarcó.

El cuadro de participación del inventario señala que la energía (que incluye la quema de combustibles fósiles para generación eléctrica, el transporte y las emisiones fugitivas de la producción de gas y petróleo) aporta 47 por ciento de emisiones, y la actividad agropecuaria 44 por ciento. Le siguen los procesos industriales y los desechos.

Otra particularidad de Argentina es que, a diferencia de la mayoría de los países en desarrollo, aquí, como en el vecino Uruguay, los bosques todavía tienen un papel clave como sumideros (depósitos) de carbono. "En Argentina las plantaciones forestales todavía son vastas y no se utiliza la biomasa como combustible", remarcó Girardín.

En la presentación, Estrada Oyuela destacó que junto al inventario hay informes sobre zonas vulnerables. Las costas bajas de la provincia de Buenos Aires sobre el océano Atlántico, la zona central y sur del país, cuyo suelo está en vías de convertirse en desierto, o los ríos del noreste, en el Litoral, que se desbordan con las tormentas.

El diplomático sostuvo que los países ricos reclaman que las naciones en desarrollo también asuman compromisos para abatir la contaminación como los impuestos a ellos por el Protocolo de Kyoto, con excepción de Estados Unidos, que no forma parte de ese tratado.

Las naciones ricas partes del Protocolo deben reducir sus emisiones de gases a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990, entre 2008 y 2012.

La segunda Comunicación Nacional contendrá iniciativas en este sentido, dijo Estrada Oyuela.

"Identificamos áreas de mitigación que nos permiten adoptar políticas que no afecten nuestras proyecciones de crecimiento", dijo el funcionario, y mencionó estudios de mayor eficiencia energética y de transporte, y de control de emisiones de metano provenientes de la ganadería.

Los estudios también proponen políticas de adaptación al cambio climático que está en marcha y se hará sentir con mayor rigor en las próximas décadas, y ofrecen un programa de educación a distintos niveles, a fin de crear conciencia ciudadana sobre el problema.

Los científicos han establecido que la elevación de las temperaturas está causando modificaciones en el clima terrestre, como derretimiento de hielos, elevación del nivel de los mares y sequías, inundaciones y huracanes de mayor intensidad.

El material producido durante casi cinco años será analizado por el científico argentino Vicente Barros, encargado de redactar un proyecto de Comunicación Nacional que deberá ser aprobado por el gobierno. "Será un informe escueto donde Argentina tiene que decidir qué es lo que va a priorizar", adelantó el investigador a IPS.

Un aspecto que no puede faltar, además del inventario, es el reporte de vulnerabilidades del país y sus planes para adaptarse al cambio climático, estimó Barros. En este aspecto mencionó las tormentas cada vez más severas con inundaciones, y la menor disponibilidad de agua y por lo tanto de energía hidroeléctrica.

El vicepresidente de la Fundación Bariloche, Daniel Bouille, destacó la participación exclusiva de expertos nacionales en la elaboración de los estudios. "Esto demuestra que la preparación de la Comunicación Nacional es un instrumento de fortalecimiento de capacidad técnica, que es uno de sus objetivos", dedujo.

La Fundación Bariloche estuvo encargada de la coordinación técnica de los estudios realizados por entidades privadas, no gubernamentales y públicas. Algunas de las últimas fueron la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Universidad de Buenos Aires y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. (FIN/2006)

octubre 26, 2006

ARGENTINA: BOOM DE LA SOJA TRANSGÉNICA

El boom de la producción de soja transgénica en Argentina

Y no sólo eso: la producción de soja extendió las fronteras de la agricultura arrinconando a la ganadería y la lechería, amenazando de extinción otros cultivos como el algodón o la caña y llevando a la deforestación a zonas de montes y selvas vírgenes.

Nuestro país y, sobretodo, las arcas fiscales administradas por el gobierno kirchnerista, están atravesando lo que se ha dado en llamar la “bonanza de la soja”. Esta definición refiere al cambio drástico, enorme que se ha producido en nuestra producción agrícola en los últimos años y que se caracteriza por el avance incontenible de los cultivos de soja y de la exportación del grano y sus subproductos. Cifras que aturden, de millones y millones de toneladas de soja, de millones y millones de dólares y de impuestos que, como retenciones, ingresan al estado son demostrativos de ése cambio, que intentaremos analizar en esta nota elaborada con la colaboración de Jorge Rulli, del Grupo de Reflexión Rural.

La extensa planicie de la Pampa Argentina hace apenas un siglo que es explotada en actividades agropecuarias y fue la fuente de riquezas mas importante del país, ya sea en la producción de carnes o cereales. Desde esas llanuras, fuimos el “granero del mundo”, con una producción integrada, de carnes, cereales, legumbres, etc., pero desde principios de los 90 la agricultura desplazó a la ganadería y, dentro de ella, la soja reemplazó al trigo, el maíz y el girasol. Nos encaminamos a transformarnos en un “exitoso” país de monocultivo, es decir, sojero. Y no sólo eso: la producción de soja extendió las fronteras de la agricultura arrinconando a la ganadería y la lechería, amenazando de extinción otros cultivos como el algodón o la caña y llevando a la deforestación a zonas de montes y selvas vírgenes, desencadenando cambios irreversibles en nuestros campos y en todos los ordenes de su actividad.

En 1970 el cultivo de soja en nuestros campos era algo tan exótico como un oso panda en la avenida Corrientes. Era una curiosidad agrícola que sólo representaba el 1 % de las áreas cultivada y que no tenía grandes posibilidades de crecimiento. El cultivo fue creciendo lentamente hasta los años 90 cuando apareció la novedad de que una multinacional yanqui estaba lanzando al mercado una variedad de semilla de soja modificada genéticamente para hacerla resistente a los herbicidas, lo que haría que el costo de su producción y laboreo bajase drásticamente. Esta noticia corrió como un reguero, dado que el principal obstáculo del cultivo de soja era el gran costo del laboreo mecánicos que había que realizar para combatir la hierbas que dificultaban su crecimiento, limitaban los rindes y encarecían los costos de producción. Pero la soja “transgénica” no sería, precisamente maná que caía del cielo.

¿Qué es la soja transgénica?

Las modificaciones genéticas introducidas a la semilla de soja le ha conferido resistencia a un herbicida llamado glifosato. El glifosato es un veneno para hierbas y plantas que mata la mayor parte de las especies, incluyendo a la soja no transgénica, y que, por lo tanto, no podía ser aplicado a los cultivos, ya que los mataba. Existen sin embargo unas pocas bacterias que pueden resistir naturalmente al glifosato sin sufrir serios daños. Una vez que se pudo aislar el gen que le daba resistencia y protección a esas bacterias, los científicos lo introdujeron en la soja mediante ingeniería genética, creando la soja transgénica resistente al herbicida más poderoso, al veneno mortal. De esta manera cuando se aplica glifosato no se destruye la soja transgénica y se controlan así las malezas que dificultan el crecimiento de la soja sin ser necesario mayores laboreos, ni gastos en maquinaria, combustible, etc.

Los productores adoptaron la soja porque su cultivo es mas barato y les deja más ganancias con cuidados mínimos, poco personal, poca maquinaria y poco combustible. Así fue como, en solo siete años, la superficie sembrada con soja pasó de 800.000 hectáreas a 20 millones, o sea creció 25 veces!

Hoy la Argentina es el segundo productor mundial de soja, después de EE.UU. y el 60 % de la producción agrícola de nuestro país es la soja transgénica Casi toda la soja producida es exportada, a países del primer mundo, en grano, o a China en grano o como sub productos. El 70 % se exporta sin procesar y el resto se transforma en harina o aceites antes de ser embarcado.
Hemos dejado de ser el granero de mundo para pasar a ser el país forrajero de los animales del primer mundo, criados en establos en base a nuestra soja (y a expensas de la fertilidad de nuestros suelos!).

El dueño de la chancha

Monsanto, una multinacional yanqui, tiene la patente tanto de la semilla transgénica como del herbicida, con lo que ha cerrado un negocio monopólico y altamente rentable.


Al instalarse la cultura de la siembra directa (sembrar sin arar ni laborear el suelo) en base a un discurso aparentemente conservacionista de los suelos, se produjo una revolución entre los productores y una avalancha hacia la soja.

Monsanto es la dueña de la chancha y no piensa largarla, ya que está a la caza de los que trafican con semillas (originadas en las propias cosechas) que no le pagan tributo y de los que compiten con sus herbicidas.
Y ahora va por más, ya que están en las fases finales de investigación de una semilla de soja, genéticamente modificada, para que no pueda ser utilizada más de una vez para la siembra, dado que el grano resultante de la cosecha será estéril para una nueva siembra. Entonces, la única semilla que se podrá utilizar será la de ellos.

De este modo, el cerco se cerrará definitivamente y sólo Monsanto tendrá la llave de la puerta. Por eso uno no puede sorprenderse por el hecho de que el principal auspiciante del boom sojero sea, precisamente, ésta empresa monopólica.

El campo vacío

Ahora, todo el trabajo se hace con una sembradora, que raspa el suelo, deposita la semilla y los fertilizantes en una sola pasada y al trabajar menos la tierra se emplea menos personal y menos combustible y aumentan los rindes económicos.

La siembra directa de soja reduce el trabajo de los agricultores e impulsa la inversión en máquinas sembradoras más grandes y más rápidas, cuyo precio es cada vez más elevado. Como los agricultores con campos pequeños no ganan lo suficiente para seguir en esa carrera vertiginosa por los rindes, tienen que arrendar o vender sus campos a los grandes productores, a los grandes capitalistas, generando mayor concentración de la propiedad de la tierra y el abandono del campo de miles y miles de familias, sin trabajo, tierras ni esperanzas.

Este modelo agrario generó la expulsión del pequeño propietario y los pueblos del interior van quedando poblados por fantasmas cuando antes había un ejército de personas trabajando y viviendo de un campo diversificado.

Desde 1990 hasta 2002 desaparecieron 60 mil establecimientos agrícolas medianos y pequeños, a un promedio de 12 establecimientos que cierran por día. Con el cierre de huertas y granjas y de pequeñas chacras absorbidas por el boom sojero, se deja de producir una enorme cantidad de alimentos básicos como legumbres, hortalizas, y cereales de alta calidad

Muchos productores lecheros han debido arrendar sus campos para el cultivo de soja, y en los últimos dos años miles de tambos fueron cerrados, enfrentando la producción láctea un horizonte sombrío.

La región algodonera del norte argentino daba trabajo a miles de familias durante la cosecha manual, pero los productores algodoneros se volcaron al cultivo de soja transgénica y, al desaparecer el algodón, los recolectores pierden sus trabajos y se concentran, desocupados, en las afueras de las grandes ciudades.
En esas regiones, 6 de cada 10 adultos ya no tienen trabajo, se amontonan en los suburbios pobres y, en el mejor de los casos, reciben un subsidio de 150 pesos. Cientos de miles de trabajadores rurales fueron expulsados de los campos donde siempre vivieron y en los próximos años, su número seguirá aumentando ya que la industria urbana, destruida por el menemismo, no puede ayudar a los expulsados del campo. Así los suburbios de las grandes ciudades ven crecer los asentamientos en el hambre, la indigencia, la violencia y la desesperación.

El desierto que se viene

Los suelos agrícolas de Argentina están perdiendo, dramáticamente, su fertilidad por el cultivo de soja. Uno de los conceptos básicos, milenarios de la producción agrícola es la rotación de los cultivos y el barbecho. Es decir, se deben intercalar cultivos de distintas especies y también de ganado y se deben alternar años de producción con un período de descanso de los suelos. La disparidad de la producción enriquece los suelos y renueva su vitalidad, mientras que la repetición de los mismos cultivos agota los agota y produce una perdida creciente de su fertilidad hasta terminar en la desertificación.

El actual sistema agrícola esta basado en el monocultivo y el agotamiento de la fertilidad de nuestras tierras y nos estamos quedando con el esqueleto, con la osamenta del suelo, mientras la riqueza mineral ha sido transferida, a través del poroto, a las vacas europeas.

La siembra directa, propagandizada por las multinacionales como una panacea de la conservación de la fertilidad de los suelos, al combinarse con el cultivo de la soja, deja la llanura desnuda, desprotegida y sin rastrojos para barbecho. La tierra no tiene posibilidades de recuperar sus nutrientes y es cada vez más pobre.

La soja es muy demandante de nutrientes como nitrógeno y fósforo (requiere el doble que el maíz) y ello esta dando como resultado que la concentración de nutrientes en los suelos esta bajando drásticamente. El fósforo no es naturalmente renovable y debe incorporarse de manera artificial y resulta bastante caro el hacerlo.

En la cosecha del 2002 se exportaron 30 millones de toneladas de soja , pero con los porotos se fueron 900 mil toneladas de nitrógeno y 200 mil toneladas de fósforo. Y esos nutrientes que se exportan con la cosecha no se reponen y si lo hiciéramos, resultaría que cuesta más que el valor que estamos recibiendo por los porotos.A pesar del daño IRREVESIBLE que produce la soja, la superficie cultivada aumenta un millón de hectárea por año.

La región chaqueña es un ambiente con la mayor biodiversidad en flora y fauna del País, pero la demanda de tierras para el monocultivo de soja ha obligado también a los animales a dejar su hábitat amenazando con destruir el equilibrio. Pero peor aún son los daños que la deforestación de montes y bosques para incorporar nuevos suelos sojeros, están produciendo sobre la naturaleza y el clima, creando sequías interminables en zonas antes relativamente húmedas o, al revés, originando tragedias como la del norte salteño, donde las precipitaciones descontroladas abaten puentes y poblaciones enteras. Codicia de sojeros, riqueza de pocos, miseria de muchos y desastres naturales.

Encima, todos los estudios realizados demuestran que después de 5 años de producción consecutiva la tierra pierde aceleradamente su fertilidad y se trasforma en un desierto.

En síntesis, la producción de soja transgénica contamina el medio ambiente, disminuye la fertilidad de los suelos y produce desocupación entre los trabajadores rurales.

Soja forrajera para alimentar pobres

A principios del 2002 se puso en marcha un plan para regalar porotos de soja a comedores comunitarios de todo el país, como una “forma de combatir el hambre” sustituyendo carne y lácteos con soja, con el “cuento” de que era mas nutritiva y completa que esos alimentos.

La soja nunca formó parte de la dieta de los argentinos pero el hambre pudo mas que la costumbre y en los comedores se come soja varias veces por semana. Ahora bien, el consumo en grandes cantidades de soja trae graves problemas de salud para la población mas marginada.

En los comedores, los porotos no se pueden cocinar las dos o tres horas que requieren para ser bien digeridos, porque la energía es muy cara y, en la mayoría de los comedores se la hierve apenas unos minutos. Así, estos porotos semi cocidos son mezclados con otros alimentos para enmascarar su gusto, pero nadie menciona los riesgos. La soja se regala explicando que es un sustituto de la carne, pero nadie aclara sus aspectos nocivos si está poco cocida. Es que la soja tiene algunos elementos que actúan como antinutrientes y perturba la digestión proteica por su alto contenido de fibras que interfieren en la absorción de elementos minerales.

Cualquier pediatra lo puede confirmar: la soja y su famosa “leche” resultan particularmente dañinas para los niños, ya que inhibe la absorción de nutrientes esenciales como calcio, hierro y zinc, imprescindibles para un crecimiento sano y normal.

Y, para empeorarla, el gobierno no controla la sanidad de la soja que se distribuye a los comedores comunitarios. Y suele suceder que ésta viene directamente del campo, trayendo restos de glifosato de las fumigaciones, con lo que se agrega un nuevo riesgo para los niños.

En realidad, las constantes donaciones de soja para los comedores comunitarios y el intento de imponerla como alimento en los comedores escolares es una maniobra publicitaria a expensas de la salud de la población. Al donar una parte insignificante de la producción a los comedores intentan imponer culturalmente el modelo de dependencia que la soja implica y lo que debemos hacer justamente es desmontar este modelo.

¡El Imperio, siempre el Imperio!

Y la esencia de éste modelo de destrucción de nuestros suelos y de sus riquezas es similar al esquema de las pasteras (Gualeguaychú), donde se “exporta” agua, naturaleza, árboles, fauna, etc. en forma de pasta celulósica. De lo que se trata es de apropiarse de nuestros recursos naturales, no renovables por definición, para abastecer los hogares, las industrias, los animales y cuanto lo requiera en los países imperialistas. La minería desbasta las montañas y los glaciares, contamina los ríos, envenena la naturaleza.

La industria petrolera extranjera por obra y gracia de Menem y Kirchner- ya acabó con nuestros recursos petroleros y en sólo dos años estaremos suplicándole a Chávez que no nos abandone. Y así podríamos seguir...., pero volvamos a la soja, porque esto no se agota en los forrajes.

En efecto, al acabarse el petróleo está comenzando a insinuarse un nuevo boom: el del bio diesel, o sea la conversión de aceite de soja en combustible líquido para vehículos automotores: ahora vamos a cultivar soja para hacer biocombustibles, mientras Repsol, la empresa de los amigos de Kirchner, se lleva el petróleo y nos deja los pozos vacíos. Pasamos de un mono cultivo destructivo de soja para engordar los chanchos y las vacas europeas a un nuevo boom sojero para llenar los tanques de los autos de españoles y franceses.

Claro que, Monsanto y los grandes capitalistas del agro seguirán destruyendo nuestros campos y embolsando fortunas. Y nuestro gobierno entreguista seguirá mirando para otro lado, porque mientras la soja deje tantos y tantos dólares, mientras las reservas monetarias crezcan así, mientras los decretos de necesidad y urgencia y los superpoderes les permitan apoderarse impunemente de esos dineros públicos, mientras esto sea así, a quién le importa el desierto que se viene y el hambre que se encima.

Alicia Caldarone
Publicado en La Maza Digital y www.ecoportal.net


ARGENTINA: ¿CRISIS ENERGÉTICA?

ENERGÍA-ARGENTINA:
Eficiencia es la base del futuro
Por Marcela Valente

BUENOS AIRES, 24 oct (IPS) - ¿Cómo restringir la demanda de energía y estabilizar la temperatura global sin sacrificar confort y productividad? La respuesta intenta darla una organización no gubernamental de Argentina con una fórmula a la medida del país para reducir hasta 30 por ciento el consumo energético en 2020.

La propuesta presentada por la Fundación Vida Silvestre de Argentina (FVSA) permitiría evitar la construcción de entre cinco y ocho centrales térmicas de generación de electricidad y ahorrar decenas de millones metros cúbicos de gas natural, según sus autores. En total se economizarían unos 6.500 millones de dólares, estiman.

En contraste, las medidas de eficiencia recomendadas suponen un desembolso mucho menor, de entre 250 y 350 millones de dólares en 15 años. Se trata de poner en el mercado productos de bajo consumo, hacer más eficientes la producción y crear conciencia sobre el problema.

Marcelo Acerbi, director de Conservación y Desarrollo Sustentable de la FVSA, dijo a IPS que "lo ideal sería que la propuesta cristalice en la forma de una iniciativa de ley de eficiencia energética para darle cierta obligatoriedad a las medidas". "Queremos incidir en la política pública con este informe", remarcó.

Para satisfacer la demanda en 2020 si se siguiera la política argentina actual y el mismo ritmo alto de crecimiento que se registra desde 2002, la oferta energética debería aumentar 87 por ciento.

El gobierno argentino de Néstor Kirchner, ante esa perspectiva, anunció este año la construcción de nuevas centrales térmicas, más inversiones en represas hidroeléctricas y la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares, además de instalar nuevos reactores. "Para Argentina, reducir el derroche de energía es mucho más rentable que construir nuevas plantas termoeléctricas", explicó en la presentación del lunes el ingeniero Carlos Tanides, coordinador del trabajo de la FVSA auspiciado por el Fondo Mundial por la Naturaleza, más conocido por su sigla en inglés WWF.

En el marco de la campaña conocida como "PowerSwitch" (¡Cambia de Energía!), la WWF propuso estudiar los alcances del uso energético eficiente en 16 países, concentrándose fundamentalmente en el sector eléctrico. Además de Argentina, se realiza en Brasil, México, Estados Unidos, Japón y Rusia entre otras naciones

La idea es promover la toma de conciencia sobre las potencialidades de esta política. No obstante, funcionarios del gobierno argentino invitados a la presentación en la víspera del informe no asistieron. "Consultamos a algunos y nos dieron sus opiniones, pero, aunque el sector público no se interese, vamos a insistir", adelantó Acerbi.

El informe, titulado "Reducir emisiones ahorrando energía", remarca que el uso eficiente abre el camino para estabilizar emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la quema de combustibles fósiles usados en la obtención de energía.

Con el ahorro, equivalente al consumo anual de unos siete millones de automóviles, Argentina producirá 70 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono en 2020, que es lo mismo que produjo en 2005. Esas emisiones de gases invernadero son las que contribuyen al cambio climático.

A diferencia del capítulo argentino de la organización ambientalista internacional Greenpeace, que promueve sobre todo la inversión en energías alternativas (eólica, solar y otras), la FVSA concluyó que usar la menor cantidad posible de ella para obtener el mismo servicio promete ser la respuesta más efectiva en el corto y mediano plazo al cambio climático. En el informe se proponen tecnologías más eficientes para la producción y consumo de energía, mejores diseños y prácticas y mayor inversión en educación y concientización del consumidor residencial e industrial, a fin de evitar el derroche. "La alternativa no es aumentar la oferta sino reducir la demanda", dice.

"El escenario proyectado por la FVSA no implica un sacrificio o disminución del servicio brindado por la energía, sino que se basa en tecnologías disponibles en el mercado (aunque no necesariamente en Argentina)" para usar en forma más eficiente el servicio energético.

A modo de ejemplo, el informe señala que una lámpara fluorescente compacta emite cuatro veces más luz que una incandescente de la misma potencia.

Entre las propuestas, la FVSA sostiene que el consumo residencial podría reducirse entre 24 y 46 por ciento para 2020 si se realizan campañas sobre consumo racional, y se aplican medidas como el etiquetado de electrodomésticos, para destacar cuáles consumen menos energía, o los estándares de eficiencia mínima.

Estos últimos están vigentes en países donde ya es masivo el etiquetado desde hace algunos años y entonces se exigen valores de consumo máximos a los productos. También hay tecnología que evita el consumo durante espera innecesaria en video-caseteras, contestadores telefónicos automáticos, discos de vídeo digital u hornos de microondas.

"El consumidor ignora que si deja su celular cargando más tiempo del requerido está derrochando energía", advirtió Acerbi. "Lo mismo ocurre con electrodomésticos que podrían desconectarse cuando no se usan o dejarse en modo apagado", dijo.

Para el sector industrial se plantea un ahorro de entre 11,6 y 14,3 por ciento en 2020 a través de la eficiencia en los motores. Respecto del consumo comercial se proponen medidas para reducir casi 20 por ciento su consumo en 14 años. Separar circuitos, instalar interruptores o aprovechar la luz natural en la construcción, son algunas de las recomendaciones. (FIN/2006)

octubre 25, 2006

HAMBRE: VERGÜENZA DEL MUNDO


Por Thalif Deen

NACIONES UNIDAS, oct (IPS) - La comunidad internacional está violando el derecho a la alimentación, una de las garantías básicas de la humanidad, pues el hambre sigue afectando a grandes poblaciones de Asia y África, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"A pesar de las promesas de erradicar el hambre, pocos progresos se han logrado en la reducción del número de sus víctimas", dijo Jean Ziegler, relator especial para el derecho a la alimentación y autor del informe.

Más de 852 millones de personas --cerca de 13 por ciento de la población mundial-- no tienen suficiente comida diaria para mantener una vida sana, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con sede en Roma.

De esa cantidad, cerca de 815 millones viven en países en desarrollo, 28 millones en las llamadas naciones "en transición" de Europa oriental y de la disuelta Unión Soviética, y cerca de nueve millones en el mundo industrializado.

"Es una vergüenza para la humanidad que en el mundo, ahora más rico que nunca, seis millones de menores mueran antes de alcanzar cinco años de edad debido a la desnutrición y enfermedades conexas", dijo Ziegler.

El estudio, presentado ante la actual 61 sesión de la Asamblea General, subraya que la mayoría de los hambrientos viven en Asia y en África, 80 por ciento de ellos en áreas rurales y dependientes de la agricultura y el pastoreo.

"Ellos pasan hambre porque no hay suficiente trabajo o acceso a recursos productivos como el agua para alimentar a sus familias", dijo el experto.

En una declaración difundida el lunes para conmemorar simultáneamente el Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre) y el Día Internacional por la Erradicación de la Pobreza (el martes 17), el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que el mundo cuenta con los recursos y el conocimiento para eliminar el hambre. "Lo que necesitamos es voluntad política y determinación", aseveró.

Annan añadió que una década después de que los líderes del mundo prometieron en la Cumbre Mundial de la Alimentación reducir a la mitad la cantidad de desnutridos crónicos en 2015, "ese número en realidad ha crecido".

El estudio de Ziegler recuerda que todos los seres humanos tienen derecho a vivir dignamente y libres de hambre. "El derecho a la alimentación es un derecho humano", subrayó.

El relator también criticó la "inaceptable falta de financiamiento" de programas de la ONU, especialmente en la región occidental sudanesa de Darfur, en el Sahel (una región al sur del desierto del Sahara que comprende a Mauritania, Senegal, Malí, Guinea, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Camerún, Chad y Sudán) y en el oriental Cuerno de África (Djibouti, Etiopía, Eritrea, Somalia y partes de Kenia).

Fuera de África, el hambre y la escasez de alimentos también están afectando a países como Afganistán y Corea del Norte.

"Todos los gobiernos tienen responsabilidad en la respuesta a los llamados de urgencia de la ONU ante crisis de alimentos", recordó Ziegler.

Frederic Mousseau, consultor de seguridad alimentaria de organizaciones socorristas internacionales, como Médicos Sin Fronteras y Acción Contra el Hambre, dijo que las convenciones de Ginebra, que rigen el tratamiento de prisioneros de guerra, establecen que millones de personas desplazadas en Darfur deben recibir alimentación adecuada y ayuda.

"La comunidad internacional tiene la obligación legal de brindar ayuda de emergencia en tal situación. Desafortunadamente, esta forma de asistencia tiene generalmente pocos recursos económicos en la mayoría de las zonas en conflicto", dijo Mousseau a IPS.

Es frecuente que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU deba cortar las raciones de alimentos a la mitad o posponer su distribución por falta de recursos, agregó.

"Esto es inaceptable, porque la gente que ha perdido su tierra o su empleo no tiene otra opción que la asistencia externa para sobrevivir", dijo Mousseau, coautor del nuevo informe "Sahel: ¿prisionero de la hambruna?", publicado por el no gubernamental Oakland Institute, con sede en la occidental ciudad estadounidense de San Francisco.

En los casos del Sahel y del Cuerno de África, donde --a excepción de Somalia-- no hay países en guerra, el problema es mucho más amplio.

Por una parte, la ayuda de emergencia está desfinanciada. La demora de ocho meses que se tomaron los países donantes durante la crisis alimentaria de Níger en 2005 provocó la hambruna de 3,6 millones de personas, dijo Mousseau.

"Pero es más importante que examinemos los factores que conducen a semejantes crisis alimentarias", estimó.

Una de las razones fundamentales es la ausencia de políticas encaminadas a suministrar apoyo para el desarrollo rural y la pequeña agricultura, que aseguren a largo plazo la existencia de alimentos.

Las agencias financieras internacionales y los países donantes han impedido a muchos países aplicar políticas económicas y comerciales destinadas a apoyar a los productores locales y sus mercados, lo que hubiera impedido la indigencia y el hambre, sostuvo Mousseau.

En su estudio, Ziegler señala que el "dumping", la competencia desleal que implica la superproducción de alimentos a bajos precios en el mundo rico, "no debe permitirse cuando causa la pérdida del sustento, especialmente en países en los que la mayor parte de la población aún depende de la agricultura para asegurarse su derecho al alimento".

La directora ejecutiva del Oakland Institute, Anuradha Mittal, dijo que con sus subvenciones intactas, Estados Unidos inunda de alimentos baratos y subsidiados a las naciones en desarrollo, destrozando la producción de los pequeños agricultores de esos países.

México, por ejemplo, ha cultivado maíz durante 10.000 años. Pero en virtud del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que se suponía igualaría el terreno de la competencia comercial, abrió sus mercados a las importaciones de su vecino Estados Unidos, incluyendo el maíz.

"Los agricultores mexicanos, la mayoría al frente de pequeños predios familiares, no pudieron competir contra los gigantes productores de maíz de Estados Unidos", dijo Mittal a IPS. Esos grandes plantadores son el sector destinatario de la mayor parte de los subsidios gubernamentales estadounidenses, unos 10.000 millones de dólares, equivalentes a 10 veces el presupuesto agrario total de México en 2000.

No sorprende entonces que las exportaciones de maíz estadounidense a México se hayan triplicado y constituyan casi un tercio del mercado interno mexicano, llevando a una aguda crisis al sector maicero local.

El dumping del maíz subsidiado estadounidense en México ha reducido el precio real del maíz mexicano en más de 70 por ciento, añadió Mittal.

Como resultado, millones de granjeros pobres abandonaron sus predios.

En 1997, 47 por ciento de la población mexicana estaba vinculada a la agricultura, según cifras de la FAO. Para 2010, esa proporción habrá caído a 18 por ciento.

Diez años atrás, en la Cumbre Mundial de la Alimentación, 186 jefes de Estado y de gobierno postularon su meta de reducir la cantidad de hambrientos (815 millones) a la mitad para 2015. Hoy, la FAO estima que los afectados son 852 millones, recordó Mittal.

"En la medida en que el hambre no sea vista como una masacre silenciosa, causante de la muerte de millones de personas cada año, hasta que no sea vista como una violación a los derechos humanos, no lograremos ponerle freno", opinó.

Como expone el nuevo estudio del Oakland Institute, el derecho a la alimentación y a estar libre del hambre no es un concepto nuevo en el ordenamiento internacional. Ha sido reconocido y reafirmado en varios documentos y compromisos de derechos humanos.

Sin embargo, es muy importante señalar las pautas emitidas por la FAO en 2004, en las que se reconoce que las condiciones internacionales, como el libre comercio y las políticas de ajuste estructural, pueden influir gravemente en la capacidad de las naciones para asegurar el derecho ciudadano a la alimentación, añadió Mittal.

Por ejemplo, la capacidad de Níger de luchar contra la inseguridad alimentaria estuvo y está amenazada por la liberalización del comercio agrícola, la privatización de agencias y servicios agrarios del Estado y la reducción de los aranceles de importación y exportación.

Todas estas medidas han sido impuestas por agencias financieras multilaterales, especialmente el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y por compromisos asumidos ante la Organización Mundial del Comercio, entre otros pactos comerciales, dijo Mittal. (FIN/2006)

ENSAYOS NUCLEARES ANTES, CÁNCER AHORA


Por Julio Godoy

PARIS, oct (IPS) - Aparecen nuevas pruebas que vinculan los casos de cáncer detectados en Polinesia Francesa con los ensayos nucleares, realizados desde la década del 60 y durante 30 años por Francia en las islas del sur del océano Pacífico.

Francia firmó en 1996 el Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCEN) en Nueva York y comenzó inmediatamente a desmantelar su centro de experimentos en esa región.

Hasta entonces y a lo largo de tres décadas, este país europeo llevó a cabo 192 ensayos nucleares en Polinesia Francesa, un conjunto de islas en el Pacífico, dentro de los cuales hubo 43 pruebas atmosféricas a pesar de la oposición de la población local.

A 40 años de aquellos ensayos, París finalmente comenzó a admitir que los habitantes de la Polinesia habrían tenido razón en temer a las consecuencias de la radioactividad.

Marcel Jurien de la Gravière, representante de una comisión francesa para la seguridad nuclear, anunció la semana pasada en Pepetee que se iba a proponer a los habitantes de ese país con mayores posibilidades de haber sufrido las consecuencias de las pruebas un "examen médico coherente y continuo".

Los análisis se practicarán a unas 2.000 personas, indicó.

Jurien de la Gravière admitió que seis de los 192 ensayos "afectaron de modo significativo algunas islas y atolones" de la región.

Los seis experimentos del ejército francés se llevaron a cabo entre 1966 y 1974 en las islas de Mururoa, Fangataufa, Magareva, Gambier, Tureia y Tahití. Esos ensayos "representaron un leve riesgo (sanitario)", dice ahora el Ministerio de Defensa.

Actualmente dos de ellos son especialmente cuestionados, los llamados Aldébaran (1966) y Phoebe (1971). Las nuevas cifras oficiales revelan que en esos lugares se liberó mucha más radiación de la que se suponía hasta ahora.

En es época, esas islas tenían más de 150.000 habitantes. Otras 20.000 trabajaban en los lugares donde se realizaron las pruebas nucleares durante los 30 años de experimentación.

El cambio de postura del gobierno de Francia se debe a que el investigador del Instituto Nacional de Salud y de Investigaciones Médicas (Inserm, en francés) Florent de Vathaire señaló que los ensayos nucleares estaban estrechamente vinculados con la aparición de cáncer de tiroides, típicamente asociado a la radioactividad.

Ese investigador, jefe de la unidad de cáncer epidemiológico del Inserm descubrió "una relación estadísticamente significativa" entre los experimentos y la incidencia de cáncer de tiroides.

De Vathaire estudió unos 240 casos aparecidos en esas islas.

El 17 de julio, el investigador presentó sus resultados al Ministerio de Defensa y urgió la desclasificación de documentos militares que, según él, confirman sus hallazgos.

"Me gustaría estudiar los datos de los documentos clasificados, eso nos permitiría confirmar con mayor precisión la naturaleza de los peligros que los ensayos representaron para la salud" de la población, dijo a IPS De Vathaire.

Los enfermos de cáncer y sus parientes también hicieron pedidos similares.

"Hasta ahora las autoridades francesas habían dicho que las pruebas de bombas nucleares no significaron ningún peligro", dijo a IPS Patrice Bouveret del independiente Observatorio de Transferencias de Armamento.

"Ahora, las mismas autoridades dicen que, de hecho, hubo un 'leve' riesgo". apuntó.

Pero ese reconocimiento también procede de informes militares, indicó.

"Nadie más vio los documentos originales para verificar tales afirmaciones. Si las víctimas contaran con los documentos oficiales podrían proceder legalmente y reclamar que se haga justicia".

Los cuestionamientos no se limitan a las islas del sur del Pacífico. Francia realizó 17 ensayos en la región de Reggane en el Sahara argelino en 1961 y 1962, justo antes de la independencia de Argelia.

Activistas y víctimas reunidos en la Asociación de Veteranos de Ensayos Nucleares (AVEN) en Polinesia Francesa y en el Sahara argelino luchan por la desclasificación de documentos y para que las autoridades francesa reconozcan que esos experimentos causaron la aparición de un gran número de casos de cáncer en esas regiones.

Desde 2003, Jean-Paul Teissonière, abogado de AVEN y de la Asociación Mururoa y Tatou de Polinesia presenta varias demandas contra las autoridades francesas.

Uno de los objetivos es que Francia otorgue pensiones a las víctimas y sus familiares, indicó a IPS.

"Pero para establecer un vínculo de causalidad entre los ensayos y la gran cantidad de casos tenemos que argumentar por presunción, a menos que las autoridades revelen los documentos clasificados". (FIN/2006)

MÉXICO: PORTAZO AL MAÍZ TRANSGÉNICO

Por Diego Cevallos *

México cierra la puerta a la experimentación con variedades de la gramínea genéticamente modificadas. Ambientalistas saludan la decisión, pero científicos la lamentan.

MÉXICO, 23 oct (Tierramérica).- A contracorriente de lo denunciado por activistas y para lamentación de algunos científicos y transnacionales, México decidió vetar los cultivos experimentales de maíz transgénico. Pero la puerta de ingreso de esa variedad, importada a granel y sin etiqueta, sigue abierta.

México, centro de origen del maíz, compra cada año a Estados Unidos unos seis millones de toneladas de esa gramínea, un tercio de la cual es transgénica. Tal variedad llega de forma eventual a los agricultores, por lo que sus genes ya contagiaron a las criollas, según se descubrió en 2001.

Nadie sabe con certeza si esa contaminación persiste, pero la posibilidad de que suceda no fue eliminada, lo que alarma a organizaciones de activistas y a algunas de agricultores que se oponen férreamente a los transgénicos. Sin embargo, algunos científicos la apoyan y sostienen que tales cruzamientos no perjudican ni deben alarmar.

El 16 de este mes, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de México negó, por tercera vez desde 2005, siete solicitudes para siembra experimental de maíz transgénico con semillas de las trasnacionales Monsanto, Dow Agrosciences y Pioneer.

La negativa se basó en que no está reglamentada la ley sobre bioseguridad dictada en 2003, que no existe un acuerdo que determine las áreas geográficas en las que se localizan los centros de origen del maíz y a que permanece pendiente la definición del llamado Régimen Especial de Protección del Maíz, que ordenan las normas vigentes.

Aunque tales vacíos se arrastran desde que las solicitudes fueron presentadas por primera vez, personeros del gobierno dieron esperanzas de aprobación a los peticionarios.

Esto generó denuncias de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, que acusó al presidente Vicente Fox de favorecer a las transnacionales y de querer violentar la ley.

“Finalmente prevaleció la razón y la lógica”, señaló a Tierramérica Silvia Ribeiro, del no gubernamental Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (Grupo ETC), una organización con sede en Canadá que rechaza el uso de transgénicos en el mundo.

En contraste, el científico mexicano Luis Herrera, quien junto a varios de sus colegas desarrolló esa tecnología a inicios de los años 80 en Bélgica, se mostró decepcionado.

“Es cierto que el veto a la experimentación se origina en algunos vacíos legales, pero más allá de eso es un retroceso importante, pues impide evaluar el impacto real y los beneficios o perjuicios del uso del maíz transgénico, que es precisamente lo que demandan los opositores a esos cultivos", dijo Herrera a Tierramérica.

El tema de los transgénicos es controvertido en muchos países, por el poder que sobre esa tecnología ejerce un puñado de transnacionales y sus posibles efectos negativos en la salud y el ambiente, sobre lo que no hay datos concluyentes.

En México la gramínea se domesticó hace miles de años. Hoy sigue siendo parte esencial de la alimentación, la cultivan 3,1 millones de campesinos y en ciertos lugares todavía es venerada como un producto divino.

Datos de la Confederación Nacional Campesina indican que la unos 12,5 millones de personas están vinculadas directa o indirectamente al cultivo y producción del maíz, lo que representa 55,2 por ciento de la población dedicada a la agricultura en México.

Según Herrera, quien impulsa la aprobación de los cultivos experimentales de maíz transgénico, la negativa del gobierno mexicano perjudicará sobre todo a los agricultores locales, que a su entender no podrán competir con sus vecinos de Estados Unidos, que sí cultivan esas variedades.

En 2008, en el marco de los acuerdos de libre comercio, quedarán eliminadas las cuotas y otras barreras para el ingreso de maíz y frijol provenientes de Estados Unidos. Esas medidas prometen generar una fuerte resistencia de las organizaciones de agricultores.

Herrera, a quien los activistas acusan de responder a los intereses de transnacionales biotecnológicas --lo que él niega tajantemente--, afirmó que el maíz transgénico tiene rendimientos elevados y que eso está comprobado en todo el mundo, al punto que países productores como China, Estados Unidos, India e Irán adoptaron esa tecnología.

Sin embargo, un informe de 2002 del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, país que ostenta más de 60 por ciento de la producción mundial de transgénicos, precisó que el maíz desarrollado con esa tecnología no demostró un mejor rendimiento frente a las variedades tradicionales.

Esos son datos parciales, porque "está más que comprobado en el mundo que, en promedio, los transgénicos ofrecen mejores rendimientos", insistió Herrera, un doctor en biología molecular que trabaja para el estatal, pero independiente, Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de México.

A las semillas transgénicas que se encuentran en el mercado, entre ellas las del maíz, se les incorporó material genético de otras especies para volver al grano resistente a ciertas plagas o herbicidas, de alta productividad y adaptable a diversas condiciones de cultivo.

Las patentes desarrolladas con propósitos comerciales pertenecen a un puñado de transnacionales, a las que los campesinos deben pagar por las semillas si no desean ser demandados.

Gran parte de los agricultores mexicanos usan las semillas que extraen de sus propios cultivos de maíz. Pero también hay quienes pagan por las llamadas híbridas, que son mejoradas en los laboratorios mediante cruzamientos de variedades.

El veto oficial para experimentar con semillas transgénicas no debe considerarse definitivo, por lo que no hay que bajar la guardia, advierten los activistas.

"Tengo la impresión de que las transnacionales piensan que les va a ser más fácil sembrar transgénicos con el próximo gobierno", del conservador Felipe Calderón, que asumirá en diciembre, declaró Ribeiro, de ETC.

“A esas empresas les interesa cultivar en México, pues si aquí, que es centro del origen, se planta maíz transgénico, ya ningún otro país tendría muchos argumentos para rechazarlo", sostuvo.

Pese a no haber autorización para su cultivo en México, trazos genéticos de maíz transgénico fueron detectados en 2001 en zonas rurales. Al parecer, esa contaminación ya no existe, pero faltan estudios que lo corroboren.

Además, permanece abierto el ingreso de cargamentos de la gramínea desde Estados Unidos, sin que se conozca qué parte de ellos son transgénicos.
Cuál será a largo plazo el efecto de esta variedad sobre el ambiente en general y el maíz criollo en particular, y cuál su impacto sobre una forma de vida y una cultura que aún giran en torno a ese grano, son preguntas que se debaten con intensidad.

* Corresponsal de IPS.

octubre 18, 2006

CHILE: RESISTENCIA A LOS TRANSGÉNICOS


Verdes quieren Chiloé libre de transgénicos

Por Daniela Estrada*
OCTUBRE 2006


La isla es centro de origen de la papa y deben protegerse unas 200 variedades de la contaminación con semillas genéticamente modificadas, dicen ecologistas.

SANTIAGO.- Ambientalistas exigen a las autoridades chilenas declarar zona libre de transgénicos al austral archipiélago de Chiloé, ubicado mil 190 kilómetros al suroeste de Santiago y reconocido como centro de origen de la papa (Solanum tuberosum) junto con Bolivia y Perú.

En Chile no está permitido el cultivo de alimentos genéticamente modificados, pero sí multiplicar semillas transgénicas para su exportación. En 2005 existían 12 mil 928 hectáreas de terrenos ocupados con éstas: 93,7 por ciento de maíz, 4,85 de raps y 1,28 por ciento de soja.

En la décima región de Los Lagos, donde está el archipiélago de Chiloé, hay pocas hectáreas dedicadas a la multiplicación de semillas de papas transgénicas, pero a la isla y sus islotes todavía no ingresó esta biotecnología.

María Isabel Manzur, de la no gubernamental Fundación Sociedades Sustentables (FSS), dijo a Tierramérica que el principal riesgo de liberar transgénicos en este territorio insular es la eventual contaminación que pueden sufrir sus productos autóctonos, sobre todo la papa, lo que haría desaparecer variedades milenarias.

La papa fue domesticada hace 10 mil años e introducida en Europa por los conquistadores españoles en el siglo XVI. Actualmente es el cuarto cultivo alimenticio más importante del mundo, con una producción anual cercana a los 300 millones de toneladas.

"Las papas son la base de la cultura de Chiloé y muchas de sus variedades fueron mejoradas en países de Europa", señaló a Tierramérica el director del Centro de Tecnología de Chiloé (CET), Carlos Venegas.

El conocimiento sobre las papas se ha traspasado a través de las generaciones de chilotes, la mayoría de quienes se rige por ritos y supersticiones. Muchos de ellos sólo siembran con luna menguante, creyendo que así asegurarán una mejor producción.

Además, "existe una diversidad tan grande de papas, de distintas formas, colores y sabores, que es posible preparar un sinnúmero de platos distintos", indicó Venegas, quien aboga por una política gubernamental de promoción de la gastronomía chilota, que pueda incentivar aún más el turismo y la economía locales.

Tonta, colorada, guapa, clavela banca y azul, zapatona, noventa días, cabeza de santo y cachimba son algunos de los curiosos nombres de las variedades del tubérculo. Algunas sirven para la alimentación y otras para la medicina, ya que recetas hechas con base en papas servirían para dolencias del hígado o la vesícula.

Los días 17 y 18 de octubre se realizarán los seminarios "Cultivos transgénicos y papas autóctonas de Chiloé", organizados por FSS y CET, en dos ciudades de la décima región: Castro y Puerto Montt.

Manzur explicó que su objetivo será reforzar la conciencia ciudadana sobre las papas nativas y juntar firmas con el fin de presionar a las autoridades para que se declare al archipiélago zona libre de transgénicos.

La ambientalista advirtió que actualmente no existe una figura legal que pueda utilizarse para establecer esta categoría, pero recalcó que es una demanda ciudadana que debe ser atendida por el gobierno y los parlamentarios.

Los habitantes de la Isla Grande de Chiloé volvieron a valorar sus papas nativas gracias a la importante labor realizada por diferentes organizaciones de la zona, como el CET, que en 1987 creó un banco de especies que hoy mantiene más de 200 variedades.

Las semillas son recolectadas por los propios campesinos, que intercambian variedades para cultivar en sus predios, que en general no superan las 15 hectáreas, dijo Venegas. La experiencia fue tan exitosa que los agricultores crearon otros tres bancos de papas.

En abril, la Universidad Austral de Chile inició un proyecto auspiciado por el gobierno para rescatar, proteger, sanear y comercializar variedades de papas nativas de Chiloé, que contempla la descripción e inscripción de las especies chilotas en el Registro de Variedades de Papas del gubernamental Servicio Agrícola y Ganadero.

Asimismo, el CET y otras instituciones locales postularon tres sitios del archipiélago al proyecto "Sistemas Ingeniosos de Patrimonio Agrícola Mundial", lanzado en 2002 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otras agencias de desarrollo.

Según Venegas, la propuesta del CET fue aprobada y debería implementarse a fines de este año o a comienzos de 2007. Se pretende estimular la sustentabilidad social, económica y ambiental, a través de la creación de capacidades locales, la promoción global de sus valores y la difusión de los conocimientos tradicionales.

Según datos del Centro Internacional de la Papa, desde la década del 60 la superficie cultivada en los países en desarrollo creció más rápidamente que la de cualquier otro cultivo alimenticio.

* Corresponsal de IPS.

octubre 17, 2006

CAMBIO CLIMÁTICO EN LA ANTÁRTIDA


Derrumbe antártico del hielo debido a los gases de invernadero
por Alister Doyle
Octubre 16 de 2006

Los científicos dijeron el lunes que habían encontrado la primera evidencia directa de conexión entre el derrumbe de una plataforma de hielo en la Antártida con el calentamiento global debido extensamente a las actividades humanas.

Los cambios en los vientos que soplan en torno del océano meridional, unidos a las emisiones humanas de los gases de invernadero, calentaron la península antártica expandiéndose hacia arriba a Sudamérica y contribuyeron a la desintegración de la plataforma de hielo de Larsen B en 2002, dijeron.

“Ésta es la primera vez que alguien ha podido demostrar un proceso físico que liga directamente la desintegración del plataforma de hielo de Larsen B con la actividad humana,” dijo Gareth Marshall, autor principal del estudio efectuado por el British Antarctic Survey.

El segmento que se derrumbó en el mar de Weddell en 2002 era de 3.250 kms cuadrados (1.255 millas cuadradas), más grande que Luxemburgo o el estado de Rhode Island en EE.UU.

La mayoría de los expertos del clima dicen los gases del invernadero, principalmente de los combustibles fósiles quemados en centrales eléctricas, fábricas y coches, están calentando el globo y podrían traer más erosión, inundaciones o ascenso del nivel del mar. Se cuidan de ligar acontecimientos individuales -- por ejemplo una ola de calor o una tormenta -- al calentamiento.

Pero los científicos británicos y belgas, escribiendo en el Journal of Climate, dijeron que había evidencia de que el calentamiento global y el adelgazamiento de la capa de ozono sobre la Antártida, causado por los productos químicos de origen humano, habían fortalecido los vientos que soplaban alrededor de la Antártida.

La cadena de montañas de la península antártica, de cerca de 2.000 metros (6.500 pies) de alto, solía proteger a la plataforma de hielo de Larsen B en su lado este de los vientos más calientes.

“Si los vientos del oeste se intensifican, el número de las rachas de aire caliente que se abaten sobre la barrera montañosa aumentará bastante dramáticamente,” dijo a Reuters John King, co-autor del estudio del British Antarctic Survey.

VERANOS MÁS CALIENTES


Las temperaturas medias del verano en el nordeste de la península antártica habían sido de cerca de 2.2 grados centígrados durante los últimos 40 años.

Pero en los días del verano cuando los vientos barren las montañas del área, el aire podría calentarse a 5.5º C. Y en los días más calientes, las temperaturas podrían alcanzar cerca de 10º C.

King dijo que los registros de la temperatura en la Antártida se remontan solamente a unos 50 años, pero allí está la evidencia de los sedimentos en el fondo del mar –que difieren según sean cubiertos por el hielo o las aguas abierta—donde la plataforma de hielo de Larsen ha estado en el lugar durante 5.000 años.

“Más al sur en el continente antártico las temperaturas son bastante estables,” dijo él. “No hay evidencia directa clara de que la actividad humana afecte el área principal.”

El derrumbe de la plataforma de hielo de Larsen B no levantó los niveles del mar en el mundo porque el hielo flota. Un vaso lleno de agua hasta el borde con un cubo del hielo sobresaliendo no se derramará si éste se derrite porque el hielo se contrae mientras se derrite.

Pero King dijo que la supresión de la barrera flotante de hielo podría acelerar el flujo de glaciares basados en tierra hacia el mar, al menos en un futuro próximo. Ese hielo adicional podría elevar los niveles de mar. (Reuters)

AIRE SUCIO, PESTE DEL SIGLO XXI

Por Roberto Villar Belmonte

MONTE PORZIO CATONE, Italia, oct (IPS) - La contaminación de la atmósfera amenaza convertirse en la peste urbana del nuevo siglo, causando más y más dolencias a los habitantes de las ciudades y redibujando el mapa de enfermedades infecciosas antes constreñidas a las zonas tropicales, afirman especialistas.

Más de la mitad del petróleo consumido en el mundo corresponde al sector del transporte. Casi 25 por ciento de los gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera se deben a la quema de ese y otros combustibles fósiles, como el carbón y el gas, que además de recalentar el clima terrestre, elevan la incidencia de enfermedades en las ciudades.

La contaminación del aire mata prematuramente a dos millones de personas por año, más de la mitad de ellas en países en desarrollo, según las Directrices sobre la Calidad del Aire, publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 5 de este mes, como una apelación a los gobiernos para que adopten normas más rígidas sobre emisiones.

"Ante la proliferación de pruebas sobre el impacto de la contaminación atmosférica en la salud, la OMS ha revisado y ampliado sus Directrices sobre la calidad del aire ya en vigor para Europa, elaborando así las primeras aplicables en todo el mundo", dijo el comunicado de la organización.

De acuerdo a esas normas, la reducción de las emisiones de partículas inhalables con un diámetro inferior a 10 micrones, o PM10, (el micrón es la milésima parte del milímetro), podría abatir las muertes en las ciudades en cerca de 15 por ciento al año.

En muchas urbes, la concentración actual de PM10, emitido sobre todo durante la quema de combustibles excede los 70 microgramos por metro cúbico de aire. Las Directrices recomiendan reducirlo hasta 20 microgramos para prevenir infecciones respiratorias, dolencias cardíacas y cáncer de pulmón.

La OMS también estableció límites más estrictos para las concentraciones de ozono en la atmósfera baja, de 120 a 100 microgramos por metro cúbico. Este contaminante se forma por acción de la luz y el calor del sol sobre residuos industriales y del transporte, como los compuestos orgánicos volátiles, el óxido de nitrógeno y el dióxido de nitrógeno. Es causante de problemas respiratorios y ataques de asma.

Se redujeron asimismo las concentraciones permitidas del dióxido de azufre, de 125 a 20 microgramos por metro cúbico.

Un día antes del lanzamiento de las Directrices, el impacto de la contaminación atmosférica en el ambiente y la salud humana fue analizado por científicos y más de 50 comunicadores de todos los continentes, en el IV Foro Internacional para Periodistas sobre "Protección de la Naturaleza, protección de la salud", promovido por la Asociación Cultural Greenaccord entre el 4 y el 7 de octubre en Monte Porzio Catone, cerca de Roma.

"Además de causar muertes, la contaminación atmosférica eleva la cantidad de internaciones hospitalarias y de casos crónicos de dolencias respiratorias y cardiovasculares. Es responsabilidad de los gobiernos proteger a los seres humanos de un ambiente nocivo. Respirar aire limpio debe ser un derecho humano", argumentó la directora de la Escuela Suiza de Salud Pública, Ursula Ackermann-Liebrich.

El aumento de los vehículos movidos a combustible para motores diésel en las últimas dos décadas preocupa a los especialistas, pues la combustión de gasóleo libera contaminantes más sutiles y más dañinos, dijo.

"Cuanto más contaminado el aire, más disminuye la función pulmonar, generando más cansancio y muerte. La contaminación atmosférica en las ciudades del siglo XXI es semejante a lo que fue la peste en épocas medievales. Estudios muestran que en Europa redujo en 8,6 meses la expectativa de vida de sus habitantes", subrayó Ackermann-Liebrich.

El impacto tiende a agravarse, pues en los próximos 30 años la mayoría de la población mundial nacerá en ciudades de países en desarrollo, con falta de recursos para enfrentar ese rápido crecimiento y la concentración poblacional en áreas urbanas, estimó Pierre Quiblier, coordinador de la Iniciativa relativa a los vínculos entre la salud y el medio ambiente de la OMS y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

En el Foro, realizado con apoyo de la agencia internacional de noticias IPS (Inter Press Service), el especialista defendió la adopción de un sistema de movilidad sustentable basado en la equidad social, el transporte integrado a corredores, la administración del uso de la tierra, la prioridad para los vehículos no contaminantes y la mejora de la tecnología del transporte.

"Las nuevas tecnologías vehiculares no resolverán por sí mismas el problema. Todo el sistema de transporte debe ser reformulado", dijo Quiblier.

Además de la mortalidad y las crecientes hospitalizaciones, la quema de combustibles fósiles lanza a la atmósfera gases que agravan el efecto invernadero --el principal de los cuales es el carbono-- responsables del recalentamiento global, según la mayoría de científicos.

En un planeta más caliente, cambiará el mapa de enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla y la leishmaniosis.

"El próximo informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que será divulgado a mediados de 2007, tendrá muchas evidencias de que los cambios climáticos inducen cambios en la salud humana de manera global", dijo el científico Andrei Karanja Githeko, del Instituto de Investigaciones Médicas de Kenia y uno de los que trabajó en el nuevo estudio.

El aumento de casos de enfermedades infecciosas ocurre durante las olas de calor, las inundaciones y las sequías prolongadas. Estos fenómenos climáticos extremos tienden a ser más frecuentes e intensos con el aumento de la temperatura del planeta, que ya subió 0,7 grado desde el siglo XIX.

"La malaria se extenderá de la Amazonia (norte de América del Sur) hasta Argentina (en el sur). Lo mismo ocurre en África. En Europa, donde las condiciones de vida son mejores, la tendencia es contraria a una epidemia de esta enfermedad. Pero hay sorpresas, como ocurre con la fiebre del Río Nilo, que de Nueva York pasó rápidamente a otras zonas de Estados Unidos", dijo Githeko en entrevista con IPS.

Los países en desarrollo deben crear sistemas de vigilancia sanitaria y de control de vectores, como los mosquitos, en todas las regiones, inclusive en aquellas donde actualmente esas enfermedades no se presentan, como forma de prevenir las epidemias, sostuvo.

"Los sistemas de salud de estos países no están preparados para enfrentar las consecuencias de los cambios climáticos. La mayoría están preocupados apenas con los problemas ya existentes y sólo reaccionan ante las crisis", estimó.

Ya han aparecido casos de leishmaniosis en áreas donde no existía este mal, como el norte de Italia, el norte de Croacia, Suiza y Alemania. Antes existían picos en el verano, y ahora también en las demás estaciones, relató Bettina Menne, médica del Centro Europeo Ambiente y Salud de la OMS y una de las autoras del capítulo sanitario del estudio del IPCC.

"Sin reducir las emisiones (de gases invernadero), las medidas de adaptación a un planeta más caliente no serán suficientes", dijo.

Con el calor aumentan las enfermedades intestinales causadas, por ejemplo, por la salmonela.

"La mala alimentación, además, puede ser uno de los peores efectos de los cambios climáticos", alertó. El recalentamiento puede reducir la producción agrícola en gran parte del planeta, principalmente en los países en desarrollo, dijo Menne. (FIN/2006)

ALIMENTACIÓN: INJUSTICIA Y EXCLUSIONES

El hambre llega por injusticia y exclusiones
Por Tito Drago

MADRID, 16 oct (IPS) - Millones de personas mueren de hambre cada año en el mundo, pero no es por falta de comestibles sino por padecer injusticia social y exclusión política y económica, alertaron organizaciones no gubernamentales este lunes en el lanzamiento de la campaña "Derecho a la Alimentación. Urgente".


La campaña ubicó su señal de partida en el marco de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, establecido en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en homenaje a la creación de esa agencia el 16 de octubre de 1945.

Este lunes es, además, el primero de la "Semana de Lucha contra la Pobreza", que incluye actos en toda España.

La FAO lanzó para este año el lema "Invertir en la agricultura para lograr la seguridad alimentaria", pero las organizaciones no gubernamentales disienten, pues entienden que el problema no reside en un déficit de producción de alimentos, sino en la injusticia que se registra en el acceso y el uso de los mismos.

Theo Oberhuber, coordinadora general de la no gubernamental Ecologistas en Acción (EEA), señaló a IPS que la cantidad de alimentos que se produce en el mundo posibilita que nadie pase hambre.

Pero, añadió, hay dos cuestiones que lo impiden. La primera es que gran parte de los alimentos, tanto agrícolas como procedentes de mares y ríos, se dedican a alimentar ganado "cuya carne y subproductos se consumen mayoritariamente en los países del Norte".

La segunda, prosiguió, es la injusticia social que lleva a que en muchos países la mayoría de la población carezca de medios para comprar alimentos, "aunque sean los de menor calidad".

Olivier Longué, director general del capítulo español del grupo Acción contra el Hambre, puso ejemplos a IPS sobre esa alimentación de menor calidad. La mayoría de los habitantes de Malawi y de Guatemala se alimentan básicamente con maíz, en Filipinas, además del maíz incluyen papas y plátanos, precisó.

Por eso, adicionó, las mujeres de Malawi tienen una esperanza de vida de sólo 41 años, "casi la mitad que en Noruega, donde esa esperanza es de 77 años y es un país en el que la alimentación es más equilibrada, abundante y saludable".

Acción contra el Hambre publicó un documento en el que informa que cada cuatro segundos muere en el mundo una persona por una enfermedad relacionada con el hambre, que casi 1.000 millones de personas pasan hambre y que de ese total siete de cada 10 son mujeres y niños.

El documento puntualiza, además, que cada año mueren seis millones de niños de hambre, que este flagelo es el responsable de la mitad de las muertes de menores de cinco años y que muchos que se salvan padecen discapacidades por el resto de su vida.

Las organizaciones no gubernamentales Ingeniería Sin Fronteras, Prosalus, la católica Cáritas y Veterinarios Sin Fronteras, promotoras de la campaña "Derecho a la Alimentación. Urgente", presentaron este lunes un disco de vídeo digital en el que afirman que no se puede lograr la seguridad alimentaria sin apoyar el desarrollo agrícola.

Eso sería así, añaden, porque estimaciones de la FAO indican que más de 70 por ciento de las personas que padecen hambre viven en zonas rurales, donde la agricultura les debería proporcionar su sustento, y tres cuartas partes de las personas subnutridas viven y trabajan en el medio rural, recibiendo pagos bajísimos.

La campaña pretende impulsar que los gobiernos garanticen el reconocimiento de la alimentación como un derecho humano fundamental y que se revisen las políticas y acuerdos internacionales al respecto, además de impulsar el desarrollo agrícola en un marco de sostenibilidad ambiental.

Pero la organización EEA cuestiona la programación de la FAO, que pide "Invertir en la agricultura para lograr la seguridad alimentaria", porque en los últimos años se asiste a un proceso de desarrollo y de concentración de la agroindustria.

EEA susbraya que "más de 70 por ciento del mercado mundial de pesticidas está en manos de seis consorcios gigantes agroquímicos y se prevé que dentro de unos años sólo quedarán tres".

Agrega que esas compañías acaparan gran parte de las ventas mundiales de semillas, en un lucrativo mercado cautivo, con la venta de variedades genéticamente modificadas resistentes a sus propios herbicidas.

Según este grupo ecologista, más de 80 por ciento de los cultivos transgénicos del mundo son variedades resistentes a un herbicida y el objetivo de las grandes firmas transnacionales es desarrollar una segunda generación de semillas manipuladas, de manera que el producto que vendan carecerá de la propiedad de producir semillas.

Ese tipo de productos, que ya existe, obliga a los agricultores a comprar semillas todos los años.

Por otro lado, prosigue EEA, las 10 mayores empresas del sector de la alimentación controlan una cuarta parte del negocio de la bebida y de los alimentos elaborados en el mundo, y 10 grandes cadenas de distribución manejan la cuarta parte de las ventas de alimentos.

Como ejemplo de lo que esa política produce, concluye la organización destacando que "en España, el agricultor en muchos casos sólo percibe 25 por ciento del precio de venta al público de un producto".

"Si eso ocurre en un desarrollado país europeo, no es difícil pensar lo que sucede en las naciones del Sur, donde la población rural vive en condiciones subhumanas", concluyó Oberhuber. (FIN/2006)

octubre 15, 2006

BASURA RADIOACTIVA AMENAZA AL PLANETA

Por Roberto Villar Belmonte

MONTE PORZIO CATONE, Italia, 7 oct (IPS) - El principal riesgo ambiental del planeta no son los alimentos contaminados ni las enfermedades que proliferan por el cambio climático, sino los residuos de uranio de reactores y de misiles, alertó un especialista en el foro internacional que concluye este sábado cerca de Roma.

Las mayores potencias nucleares --Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia-- cuentan actualmente con el equivalente a 100 millones de bombas como la de Hiroshima, lo suficiente para destruir siete veces la Tierra, indicó el director del Uranium Medical Research Center (UMRC, Centro de Investigación Médica sobre el Uranio), Asaf Durakovic.

El médico habló ante el IV Foro Internacional para Periodistas sobre la Protección de la Naturaleza, organizado desde el miércoles hasta este sábado por la no gubernamental e italiana Asociación Cultural Greenaccord en Monte Porzio Catone, una localidad cercana a Roma.

Desde la Guerra del Golfo contra Iraq, en 1991, hasta ahora, se han lanzado proyectiles de uranio empobrecido con 3.061 toneladas de material radiactivo, informó.

El UMRC, una organización no gubernamental fundada en 1997, con sede en Estados Unidos y Canadá, cuestiona el uso de la expresión "uranio empobrecido", muy utilizada por los militares.

El uranio natural extraído de la naturaleza es enriquecido para utilizarlo como combustible nuclear en un proceso que da origen, como subproducto, al uranio empobrecido.

Tanto éste como el natural se componen en más de 99 por ciento del isótopo U238 (uno de los elementos que tienen el mismo número de protones y distinto número de neutrones, en este caso del uranio).

El material presuntamente empobrecido sólo pierde menos de uno por ciento del uranio total en los isótopos U234 y U235.

Así, el uranio empobrecido es casi tan concentrado como el natural y puede contener trazas de plutonio (U236), afirma el UMRC.

Ex coronel del ejército de Estados Unidos, donde trabajó como médico, Durakovic percibió los riesgos de los nuevos armamentos atómicos cuando comenzó a atender a soldados estadounidenses que regresaban de Iraq contaminados con la radiación de proyectiles que fueron también utilizados en los conflictos de secesión de los Balcanes en los años 90, en la ofensiva estadounidense contra Afganistán, desde 2001, y en la segunda guerra contra Iraq, iniciada en marzo de 2003.

En 2000, Durakovic llevaba 12 años como experto en medicina nuclear del Departamento de Defensa. El gobierno lo puso a investigar el llamado síndrome de la Guerra del Golfo. Pero ante sus hallazgos, se le ordenó detener la investigación so pena de perder su empleo.

Continuó investigando por su cuenta y halló que los veteranos no sólo tenían el isótopo U238 en sus organismos, sino también plutonio. Se sabe ahora que buena parte de la munición con uranio empobrecido fabricada en Estados Unidos contiene ese otro elemento radiactivo.

Los misiles con isótopos de uranio, que perforan con facilidad cualquier tanque de guerra, esparcen una nube radiactiva en la atmósfera. La contaminación se produce principalmente cuando estos residuos son inhalados por los soldados o las comunidades atacadas. A través del sistema respiratorio, el uranio llega a los huesos y acaba comprometiendo el sistema inmunológico, explicó Durakovic.

El equipo del UMRC ha analizado también la contaminación radiactiva en Afganistán. "Hallé U236 (plutonio) en todos mis pacientes. Este isótopo no existe en la naturaleza. Fue producido por el hombre en estos 15 años de guerra nuclear", dijo el médico e investigador.

En los últimos 60 años, ha habido una gran acumulación de basura radiactiva en el planeta, que pone en peligro la vida terrestre, afirmó. Hay medio millón de metros cúbicos de estos residuos de alto nivel generados por la producción de armas nucleares y más de 40.000 toneladas de combustible usado en los reactores de las centrales de generación de energía, según Durakovic.

Todas las alternativas de almacenamiento de esos desechos aplicadas hasta hoy son inseguras, añadió.

En 1957, se produjo una explosión en la planta rusa de la localidad de Kyshtym, en los Montes Urales, debido al calor generado por la gran concentración de residuos radiactivos en un solo lugar, recordó.

En su opinión, la propuesta de lanzar contenedores con esta basura al espacio es una gran tontería, por su elevado costo y por el riesgo de explosiones en el despegue de los cohetes.

Los depósitos marinos se usaron en el pasado, pero ya no son aceptados. "Todos los vertederos hoy existentes son inseguros, verdaderas bombas de tiempo", advirtió el especialista en radiaciones ionizantes.

La situación es más grave en los países en desarrollo. "Un nuevo informe de la Universidad de Ibadan subrayó la total ineficacia de un depósito de residuo radiactivo en Nigeria", informó.

Además, las pruebas armamentísticas nucleares realizadas tanto en mar como en tierra han dejado también grandes cantidades de residuos y daños ambientales, subrayó.

"Estamos ante un gran problema, que no percibimos porque es invisible. Es necesario dejar de producir armas radiactivas. Pero la fabricación no cesa por los muchos intereses económicos en juego. El retiro y la acumulación de residuos nucleares mueven miles y miles de millones de dólares", aseveró Durakovic.

En su opinión, la energía atómica no podrá ser vista nunca como alternativa a los combustibles que causan el recalentamiento global del clima. "Puede causar un efecto contrario, el invierno nuclear, por el enorme riesgo de contaminación", concluyó.(FIN/2006)